El objetivo de ingresar a la universidad debería ser obtener un título profesional, sin embargo, este propósito no se cumple porque más del 50 por ciento de la población universitaria se inscribe para beneficiarse con las becas y el seguro universitario de salud, informó el secretario general de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Eduardo Lavayen.
“Hay 90 mil estudiantes en la universidad, la mayoría de ellos, más de la mitad de ellos, se inscribe sólo por dos cosas: tener acceso al seguro universitario y a las becas que consisten en vivienda y alimentación”, explicó.
Lavayen señaló que estos estudiantes se benefician de los recursos económicos que entrega el Estado, por lo que también acceden al seguro universitario.
De acuerdo a la explicación de la autoridad universitaria, el seguro universitario de salud funciona a partir de los aportes de 4 mil funcionarios administrativos y docentes, pero alcanza a cubrir los requerimientos a todos los inscritos en la casa de estudios. “Es un total despropósito”, cuestionó.
El secretario general de la UMSS lamentó que sea un alto porcentaje el que se inscribe por los beneficios y no así con la intención de salir profesionales.
Preparación deficiente
“Entran a la universidad con una preparación absolutamente deficiente para seguir sus estudios superiores y el fracaso de los chicos es enorme”, señaló Lavayen.
La autoridad universitaria explicó que otro gran porcentaje no puede avanzar en su formación por problemas académicos.
Detalló que, en algunos casos, sólo uno de cada mil estudiantes inscritos llega a profesionalizarse. El resto se queda en la universidad y, al ver que no pueden vencer materias, optan por cambiar de carrera y comienzan a probar, recalcó.
Larga permanencia
Esta situación provoca que la permanencia de un estudiante no sea de cinco o seis años como máximo; al contrario, sucede que se quedan por varios años más, generando que la población universitaria se incremente.
“Como no están estudiando, se quedan en la universidad uno, dos, tres años, se cambian de carrera. Es decir, es toda una maniobra para seguir beneficiándose de estos recursos que se deberían dirigir hacia universitarios que quieren conseguir su profesión. Vemos un enorme desfase en el presupuesto universitario”, afirmó.
Lavayen advirtió que ni siquiera en esta situación se puede negar el ingreso de nuevos estudiantes a la universidad pues se trata de una entidad pública.
“Ésos son los grandes problemas de fondo que tiene la universidad y que nosotros hemos tocado en el tercer congreso universitario y hemos tratado de resolverlos”, añadió.
Explicó que existe esta distorsión también porque se considera que responde a un fenómeno económico “interesante”.
La autoridad universitaria dijo que el Estado “prefiere” que los estudiantes estén en la universidad y no fuera presionando por trabajo.
Sin embargo, otra tendencia que se identificó en la UMSS es que los estudiantes del área de salud concluyan sus estudios en menos tiempo porque su formación está vinculada con la práctica, mientras que en las carreras teóricas la permanencia es más prolongada, según autoridades universitarias.
- ///FUENTE: LOS TIEMPOS///