Me queda claro que el candidato del bloque de unidad opositor se definirá entre Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga. Ambos están presentes en la vida política hace más de 30 años y son los que más veces se han enfrentado electoralmente al MAS. El método seleccionado para escoger al candidato es una encuesta a realizarse en los próximos meses, desechando de esta forma la idea de las “primarias digitales”. Hay dos preguntas que debemos hacernos: la primera, ¿quién debería ser elegido candidato del bloque de unidad opositor? La segunda, ¿quién terminará siendo escogido como candidato del bloque de unidad opositor? Para ambas hay una respuesta diferente.
Para mí, Tuto debería ser escogido como el candidato del bloque opositor; sus ventajas frente a Samuel son abismales. Si comparamos a ambos políticamente, el resultado es una paliza demoledora de Tuto. El expresidente es el único de todos los candidatos actuales que cuenta con el perfil que en teoría debería tener un “jefe de Estado”. Es un hombre preparado, un liberal moderado y cuenta con el respeto y la amistad de muchos líderes regionales e incluso mundiales. Es cierto que no es un “político de masas”, pero es convincente y grato escucharlo, sobre todo para gente que tiene cierto nivel de preparación. Es el único candidato, me atrevería a decir, que tiene un plan elaborado para combatir la crisis actual. También está actuando con mucha precisión en la hora de cerrar alianzas; sus movimientos son acertados en este momento. Ojo, como todos los políticos tradicionales, cuenta con muchos errores y controversias, pero no quita sus cualidades.
Por su parte, Samuel solo tiene como fuerte el ser un empresario “exitoso”. Samuel es “bueno para los negocios”, pero es una desgracia para la política. No tiene carisma, no actúa de forma inteligente y, para colmo, se pone una “soga al cuello” diciendo que en 100 días solucionará la crisis. Tiene actualmente el aura de ser un Siles Zuazo 2.0. Si no fuera por su dinero y recursos, nadie le daría un espacio en la política. Sumado a esto, es un socialdemócrata aliado del socialismo, no por nada su puesto de vicepresidente en la Internacional Socialista. Tal vez podamos rescatar la voluntad de Samuel de jamás rendirse, pese a que sabe que jamás será elegido presidente, para muchos una cualidad, para otros el reflejo de la terquedad y ceguera. Si no estás hecho para algo, no trates de forzar las cosas. Creo que Samuel sería mejor futbolista que político.
Pese a este análisis, pienso que Samuel será el candidato del bloque opositor, por la simple razón de que pagará y manipulará la encuesta que definirá al candidato; es algo que “se puede ver a millas”. Para colmo, la mayoría del bloque lo prefiere antes que, a Tuto, por sus generosos recursos y acercamiento ideológico. Cuéllar era mirista, al igual que lo fue Samuel en su día. Mesa es socialdemócrata y el rencor con Tuto por la “traición” del FRI está vigente. Mesa y su incapaz gente serán de los primeros en apoyar a Samuel, estoy seguro. Camacho, por su parte, es el que más se acerca “ideológicamente” a Tuto, pero el hecho de que éste último haya sellado un pacto con los Demócratas puede haber generado algún malestar.
De esta forma, con una encuesta que seguro será amañada, Samuel será el “candidato de la unidad”, sellando el fracaso final de este acuerdo. Sin un buen líder a la cabeza, el único beneficiado será el MAS. Pienso que “Tuto” se dará cuenta de esta sucia jugada que le harán y es posible que proceda a retirarse del acuerdo e ir por su cuenta. Está con mucha determinación para ser candidato en estas elecciones.
Con Samuel a la cabeza, lo único que se puede esperar es un fracaso rotundo. Sumado al fraude inminente, el panorama actual es oscuro y no se cuenta ni con líderes ni con un partido político capaz de destronar al MAS por sí solo. Espero que la encuesta a realizarse no sea manipulada a favor de Samuel, sino el MAS ya tendrá su primer triunfo antes de las elecciones.
- FABIÁN FREIRE
- Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
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