¿Trump o Harris? 7 Voces Libres de Bolivia responden en VISOR21

Este martes se define el futuro de Estados Unidos y VISOR21 consultó el criterio de algunas voces liberales, libertarias y conservadoras de Bolivia, para conocer sus valoraciones sobre los candidatos Donald Trump y Kamala Harris.

Si bien la pregunta ¿Trump o Harris? no implica un voto en sí mismo, al solicitar una breve argumentación a los entrevistados se añade un análisis valorativo en torno al republicano y la demócrata, con sus propuestas económicas y sociales. De los siete participantes en este primer sondeo político, seis se inclinaron a favor del empresario neoyorkino de 78 años, mientras uno apostó por la abogada californiana de 60 años.

Trump es claramente el ganador en este sondeo (85,7% vs 14,3%), pero no por mérito propio, pues entre los argumentos se lo califica como el “mal menor” para EEUU, un término más amable que aquellos utilizados por los políticos, analistas y periodistas alineados a la izquierda, que etiquetan al republicano como “ultraderecha”, “racista”, “misógino”, “fascista” y otros adjetivos que son compartidos por figuras como Evo Morales, Nicolás Maduro, Pedro Sánchez, hasta la propia vicepresidenta Harris.

Los liberales, libertarios y conservadores bolivianos que sí respaldan a Trump, en cambio, destacan su rol en la administración económica y su discurso antisocialista y antiprogresista.

A continuación los criterios de siete voces libres abordadas por VISOR21, en torno a los candidatos de esta decisiva elección presidencial en EEUU:

Carola Antezana, pionera en los contenidos en medios digitales con su programa Vida y Libertad, se define como paleolibertaria, por tanto, apoya a Trump sobre Harris, porque el republicano promovió políticas económicas como la reducción de impuestos y la desregulación. “Estas acciones se alinean con mis principios de un gobierno limitado y un mercado libre, lo que considero esencial para fomentar la innovación y el crecimiento económico”, cita.

Al contrario, dice, la demócrata tiende a apoyar un mayor control gubernamental en áreas como la salud y la economía. “Para mí, esto va en contra de la visión libertaria que aboga por menos intervención del Estado y más autonomía individual”.

Antezana, quien irrumpió en la batalla cultural como activista de los derechos individuales, también considera que Harris sigue el guión del establishment, mientras Trump enfrenta a las élites y va contra la ideología de género, entre otros factores.

Hugo Balderrama, economista, docente universitario y reconocido escritor, ve que Trump no es el político perfecto, pero sí es el hombre que la actual coyuntura mundial necesita.

El analista cochabambino cuestiona al Partido Demócrata, capturado por la izquierda norteamericana desde la década de 1970, porque en sus filas pasaron nombres como Barack Obama, Bernie Sanders o David Adler, que ayudaron a mantener y ampliar los regímenes socialistas totalitarios en Latinoamérica, sobre todo en Cuba, Venezuela y ahora México. Por tanto, Trump tendrá una política exterior diferente contra esas dictaduras.

Esteban Burgoa, director de Generación Libertad, por su lado, declara un voto “anti Trump” porque considera que el candidato republicano “no es para nada algo cercano a un referente liberal”.

“Trump representa en términos económicos, una política netamente proteccionista, con subidas de aranceles, etc., lo cual claramente va contra lo que es libre mercado”, argumenta.

Burgoa considera que Trump genera “un nacionalismo exacerbado” y avizora que con el republicano en la Casa Blanca, EEUU retirará su apoyo a Ucrania en su guerra con Rusia, “dejando un claro mensaje a los gobierno autoritarios del mundo que pueden hacer lo que quieran y nadie les dirá nada”.

Álvaro Chipana, presidente de la agrupación Avanza Libertad, prefiere realizar un análisis neutro de ambas candidaturas, catalogando al Make America Great Again como un lema que evoca al pasado y “crea una narrativa anti-extranjero y anti-mercado para quienes perciben el comercio global, la inmigración y las influencias internacionales como amenazas a sus empleos y seguridad”. En tanto, el When We Fight, We Win tiene una carga social y progresista que deriva en un “sesgo anti-mercado, enfatizando que el gobierno debe intervenir en sectores clave como la salud, el control de precios y el medio ambiente para lograr cambios profundos que, en su opinión, el mercado no puede ofrecer”.

El académico cuestiona que ambos candidatos no ofrecen nada nuevo en temas como la separación de poderes, la libertad de expresión y la libertad empresarial; sin embargo, EEUU tendrá que elegir a su “mal menor” y en este contexto global de conflicto e incertidumbre, “con tensiones sociales desde Europa hasta nuestra región, sin duda, el candidato que más se ajusta a las necesidades actuales del país es Trump, ya que plantea una lucha directa contra las agendas progresistas y mantiene activa la guerra ideológica contra la izquierda”.

Jaime Dunn, analista financiero y referente de los nuevos grupos liberales bolivianos, señala a Trump como un representante capitalista dados los antecedentes de su anterior gobierno con políticas fiscales como la reducción de impuestos y la desregulación que impulsó el crecimiento del sector privado, limitando la expansión estatal y fortaleciendo la independencia energética de EEUU.

“Esta visión va en línea con principios liberales y capitalistas, defendiendo la iniciativa privada y la economía de mercado. En contraste, Harris representa la continuidad de una administración Biden que ha apostado por un mayor intervencionismo estatal y políticas progresistas que amplían el gasto público y el tamaño del Estado, elementos que los liberales consideran peligrosos para la libertad económica”, explica.

Xavier Iturralde, joven empresario impulsor del desarrollo de combustibles sintéticos, responde en concreto: “Yo votaría por Trump”, pero añade una decena de argumentos para favorecer al republicano.

Por ejemplo, Trump no está alineado a la Agenda 2030 ni al “deep state”, por ende, va en contra de los “cambios de sexo” u hormonización para menores de edad; es pro vida, objeta la inmigración ilegal que crea desorden y genera criminalidad, y apuesta por un firme control de drogas.

En lo económico, Iturralde destaca la rebaja de impuestos, la reducción del Estado y la anulación de regulaciones. En tanto, en política internacional, Trump enfrenta a las dictaduras socialistas, prevé acuerdos de paz en los conflictos de Ucrania y Rusia, o el Medio Oriente y espera que EEUU retome lazos con Arabia Saudita, Latinoamérica, Europa.

María Anelín Suárez, activista cruceña, presidenta del movimiento Ana Barba, se identifica plenamente con Trump como la mejor opción para EEUU, pero también “para toda persona que ama, defiende y protege su nación de influencias externas y cambios que fuerzan la manera natural de las cosas”.

Suárez es conservadora, por ello cuestiona las políticas e ideologías globalistas que hoy están destruyendo a la civilización occidental, precisamente desde el seno mismo de la potencia del Norte. “Con Trump, EEUU dejaría de fomentar esa agenda que atenta contra la familia y los valores esenciales, mientras Harris incrementaría los ataques a la fe cristiana, además de mantener una pésima administración estatal en Norteamérica”.