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Hace seis meses, un voraz incendio arrasó 40 hectáreas de la laguna Alalay. Los totorales y pastizales se recuperan poco a poco. Sin embargo, este año se prevé una menor anidación de aves en este sector por el temor y la falta de condiciones, indicó ayer el biólogo y ornitólogo José Balderrama.
Al menos 2 mil aves de unas 30 especies entre residentes y migratorias de la laguna fueron afectadas por el desastre ambiental registrado la noche del 25 de octubre de 2021. Este siniestro devastó principalmente el área de anidación en época reproductiva.
Muchas de las aves son residentes como los totoreños y siete colores que anidan en este tipo de totoras, además de las garzas. Éstas perdieron sus nidos, huevos y crías.
“Desafortunadamente, no se tiene una idea de cuál es el tamaño de la población que anida ahí cada año, pero lo más probable es que no todas las aves vuelvan a anidar en este lugar porque van a tener el temor de que haya un incendio” explicó.
Además, señaló que las totoras aún deben crecer más para albergar a las aves. Este daño afectará unas dos o tres épocas, señaló antes Balderrama.
Rescates
Tres meses después del incendio, volvieron a su hábitat ocho pichones de garza que fueron rescatados. En tanto, otras aves huyeron y la cantidad de especies fue disminuyendo de la laguna urbana.
En 2016, la laguna ya fue afectada por un desastre a causa de la mortandad de peces por la contaminación del agua. En tanto, en 2015, un incendio arrasó 25 hectáreas y se detuvo a un indigente como el autor confeso de la quema.
//FUENTE: LOS TIEMPOS//