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La Reserva Biológica Cordillera de Sama, que celebró 32 años de creación, necesita de acciones de forestación y reforestación a gran escala para mantenerse como la fuente de vida de Tarija.
El área protegida, además, debe superar las amenazas de los efectos del cambio climático, el flujo desordenado de visitantes, los incendios forestales, entre otros.
La Reserva de Sama, ubicada en el oeste del departamento, provee de agua a la ciudad de Tarija y el valle central que la rodea.
Ante los efectos de la crisis climática, que ha provocado sequías en varias regiones del país y la reducción de las fuentes de agua, es urgente asumir medidas oportunas de conservación y generación de nuevas fuentes del recurso hídrico en la reserva para evitar su disminución y por lo menos, mantener su actual flujo.
“Llamamos a la población a cuidar el agua que tenemos en los grifos, gota a gota se agota, tratar de consumir agua racionalmente y a las autoridades poner los ojos en la reserva de Sama, no pensemos en ahora que tenemos el agua sino en el futuro cercano tal vez en 10 años el agua no será suficiente”, insta el director de la Reserva, Marcelo Ruiz.
El director de la reserva recuerda que, en julio del pasado año, se creó la plataforma Sama Fuente de Vida que apunta a concientizar a la población sobre el cuidado de las fuentes de agua para las próximas décadas e impulsada por instituciones públicas, privadas, empresas y ciudadanos de Tarija.
La iniciativa fue gestionada por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), a través de la dirección de la Reserva de Sama y forman parte la Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Fundesnap) y Protección del Medio Ambiente Tarija (Prometa) con la cooperación de la Embajada Suiza en Bolivia.
Las instituciones y empresas aportarán con dinero, insumos, trabajo y con lo que puedan.
Entre las empresas que se sumaron, Ruiz resalta el apoyo de las Bodegas y Viñedos Kohlberg y Aranjuez que ayudan con combustible para el cuerpo de protección y señaléticas para zonas de conservación de la reserva.
Asimismo, señala que la ONG Prometa ayudará a desarrollar proyectos agroecológicos para las comunidades que no generen daños ambientes para las comunidades.
“La protección de Sama no solo es tarea de Sernap, que, si está llamada por ley, pero la protección de Sama es tarea de todos y cada uno que consumimos agua debemos estar conscientes del cuidado y la protección de la reserva, gracias a Sama viven los tarijeños”.
Ruiz destaca que la opción para mejorar las fuentes de agua y lograr que no disminuya en los próximos años, es trabajar en la forestación y reforestación a gran escala en el área.
Para este propósito se analizan las opciones para el financiamiento de la forestación y reforestación, entre ellas acceder al Fondo del agua que Cosaalt y la fundación Natura crearon con el aporte de Bs1,50 de los usuarios.
Además, se plantea coordinar con los municipios que tienen injerencia con el área protegida, de viabilizar leyes que prohíban el cambio de uso de suelo para que no se establezcan urbanizaciones que afecten la reserva.
“Si bien no tenemos urbanizaciones al interior del área, las tenemos cerca y a la larga afectará la reserva”, apunta el director de Sama.
Asimismo, el área enfrenta un turismo desordenado que le genera contaminación, particularmente, a las fuentes de agua.
Este flujo desordenado de visitantes se genera también porque solo siete guardaparques controlan la reserva.
El director del Sama, manifiesta que gracias a la plataforma espera ampliar el personal, por lo menos, a 12 guardaparques.
Hasta la fecha, existen compromisos del municipio de San Lorenzo de contratar un guardaparque, así también, de la Cooperativa de Servicio de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt) para la contratación de otro trabajador que controle el sector de Rincón de la Victoria.
Otra de las amenazas para el área protegida son los incendios. Ruiz recuerda que en años anteriores los incendios eran más recurrentes.
El Sernap trabaja con los comunarios en la formación de bomberos voluntarios para tener grupos de primera respuesta.
Son los comunarios quienes pueden llegar más rápido a un eventual incendio y se gestiona el equipamiento necesario.
“De aquí a 10 años queremos fortalecer el área con un mayor número de guardaparques, sin problemas de invasión de turismo descontrolado y tampoco que haya crecimiento desordenado de urbanizaciones”.
La Reserva Biológica Cordillera de Sama fue creada mediante decreto supremo 22721 en 1991 con una superficie de más 108.500 hectáreas, forma parte de seis municipios en el departamento de Tarija que incluye Yunchara, Tarija, Uriondo, San lorenzo, El Puente y Padcaya.
En cuanto a los pisos ecológicos, tiene una zona baja con una altura de 1.950 metros sobre el nivel del mar (msnm) y la zona alta que está a una altura aproximada de 3.300 msnm. Mientras, que en la parte baja llueve 1.000 milímetros anuales y en la parte alta, entre 300 y 400 milímetros.
“Hay una diversidad de fauna y flora, en la parte baja tenemos el boque tucumano boliviano tenemos molle, sauce, guayabo muy apreciado por los comerciantes de arreglos florales; en tanto, en la zona alta hay paja, tola y plantas típicas del llamado Altiplano tarijeño”.
La Reserva también es uno de los humedales más importantes de Bolivia que alberga una gran diversidad de flora (254 especies) y fauna (más de 180 especies) de altura.
//FUENTE: LA VOZ DE TARIJA//