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El sur del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) registra nuevos tipos de avasallamientos. Autoridades indígenas de esa zona denunciaron que interculturales llegaron a su territorio con el fin de cultivar coca, pero ahora se suman más denuncias: la ganadería y la tala ilegal de árboles están acabando con el bosque de esa reserva.
Además, los dirigentes indígenas denuncian que sufren la desatención del Estado, ya que los municipios que deberían atender sus demandas no lo hacen, sobre todo de parte de los gobiernos subnacionales que son parte del trópico de Cochabamba.
La explotación de madera ilegal y deforestación en el territorio del Tipnis, es una realidad que ha afectado esa zona en los últimos años. El ambientalista Eddy Terrazas remarcó que miles de especies forestales fueron devastadas en la última década, afectando el ecosistema de esta reserva natural.
“Se han registrado actividades de extracción selectiva (en el Tipnis) tanto por el lado del Beni y Cochabamba, pero aún quedan bosques vírgenes, no se tiene el volumen ni la superficie, los caminos madereros se han cerrado con el tiempo”, remarcó Terrazas.
El cacique mayor del Consejo Indígena del Sur (Conisur) del Tipnis, Hernán Suárez Parada, denunció que en el sur del área protegida los avasallamientos crecen sin ningún tipo de control. La autoridad indígena apuntó a los interculturales de cometer los asentamientos ilegales para luego cultivar la hoja de coca.
“Sabemos que los avasalladores son, como les decía, los hermanos interculturales. El tema es que sabemos que los hermanos (lo hacen) para seguir sembrando más coca dentro del territorio. Evidentemente es ilegal, aproximadamente siembran entre cuatro y tres catos que ya no son legales”, denunció Suárez.
Ganaderos y tala ilegal
El dirigente indígena añadió a la lista de avasalladores a medianos empresarios que se dedican a la ganadería, pero también a aquellos que cometen tala ilegal de árboles. Este delito, según Suárez, se comete en todo el Tipnis.
“La tala de árboles es una amenaza que está avanzando en el interior del Tipnis. Lo sufrimos hace años en el sur (del Tipnis) y no hay respuestas. Estas personas están abriendo caminos madereros para sacar madera hacia el lado de Cochabamba, pero también sacan al norte, hacia San Ignacio de Moxos”, denunció Suárez.
El activista Martín Torrico, que es parte del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), aseguró que en la época de la República se favoreció al sector privado y a otros colectivos en la ocupación de ese territorio. El ambientalista añadió que, pese a las múltiples amenazas contra los indígenas del Tipnis, algunos tuvieron que dejar de lado la forma de organización y su cultura, porque ingresaron a sus territorios con diferentes métodos de adaptación.
“El avasallamiento de tierras y de los recursos naturales del Tipnis y T’siman se hizo desde tres frentes, vemos que el territorio está en los departamentos de Beni y Cochabamba, pero hay tres actores fundamentales que han ocupado de manera ilegal y han avasallado estos territorios a lo largo de la historia: los interculturales del Sur que ahora es el Polígono 7; los ganaderos del noreste y el extractivismo maderero, estamos hablando de que el Tipnis que es el territorio y el bosque T’siman, han sido objeto de estos avasallamientos”, denunció Torrico.
Según datos de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) en la actualidad existen cerca de 4.000 especies forestales en el Tipnis y la más preciada de ellas es la mara, que estaría en peligro de extinción por las características de la madera que se extrae y porque tiene altos réditos económicos en el mercado —sobre todo internacional— permitiendo la fabricación de una variedad de muebles.
“Actualmente todavía existe una gran fuente de árboles de mara, maderas preciosas, semipreciosas, la cantidad de especies de árboles registradas que hasta el momento superan las 4.000 especies. Es un área con mega biodiversidad considerada en Bolivia como la segunda en mayor cantidad en fauna y flora”, informó Terrazas.
Desde la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación de Cochabamba, se informó que está prohibida la explotación de madera con fines comerciales en parques y territorios protegidos por la ley, siendo necesario un control riguroso por parte de la Unidad de Bosques y Tierras.
El Conisur determinó que mientras no se resuelvan los conflictos de límites, avasallamientos, asentamientos ilegales, la consolidación de la autonomía, tala de árboles y no se realice la consulta previa libre e informada no permitirán la construcción de ningún tipo de proyecto en su región.
En este punto, Suárez aclaró que no están en contra de la construcción de proyectos al interior de sus comunidades, lo que cuestionan es la “arbitrariedad” con la que actúan en contra de los que viven en el lugar. Además, el Conisur exige que cualquier obra o proyecto ejecutado al interior de sus comunidades debe cumplir las normas ambientales y debe ser aprobado por las organizaciones orgánicas de Tipnis.
Santísima Trinidad es la comunidad más afectada en el sur del Tipnis por los asentamientos ilegales. Esta localidad es la que más resiste a la tala de árboles.
//FUENTE: EL DEBER//