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A 15 años del asalto al Hotel Las Américas, el exfiscal, Marcelo Soza, acusó al exministro de Gobierno, Arturo Murillo, de haber presionado a jueces y fiscales para cerrar las investigaciones, a tiempo de negar que se haya tomado esta determinación por falta de pruebas.
“Todos sabemos que Arturo Murillo a punta de pistola y manillas obligó a los jueces y fiscales a cerrar ese caso (Hotel Las Américas). No fue por falta de pruebas, fue por favores políticos que Murillo le debía a las logias cruceñas”, señaló Soza mediante una conversación por chat con UNITEL, desde Brasil.
Las palabras del exfiscal que lideró las investigaciones de lo que se denominó el caso Terrorismo, se producen después de conocerse que el Ministerio Público reactivó una investigación por torturas y ejecuciones en el hotel Las Américas por recomendación de la CIDH.
Soza salió de Bolivia el 11 de marzo de 2014 luego de ser denunciado por el delito de extorsión por varios acusados y familiares de los mismos. Desde Brasil, gozando de refugio, reveló que el caso se usó políticamente.
“Autoridades del gobierno (de Evo Morales) me pidieron en muchas oportunidades que realice acciones investigativas que vulneraban derechos a los que me opuse”, escribió Soza en una carta pública, en la que además revela que se manipularon pruebas en el hotel Las Américas y otros lugares investigados.
Sobre el tema, en este nuevo contacto una vez más reiteró que “la escena del crimen fue montada” y no así el global del caso Hotel Las Américas.
“Nunca dije que el caso fue montado, esa es una invención de algunos que le mienten a la gente. Lo que dije es que el escenario del crimen fue montado, es por eso que concuerdo que se debe investigar esas muertes. Yo cuestioné eso desde un principio”, acotó.
Entre otras irregularidades, se identificaron que las cámaras de seguridad del Hotel Las Américas dejaron de funcionar y que también se suspendió el servicio de internet al momento de ejecutarse el operativo policial, señaló el exfiscal Soza.
En dicho asalto, el operativo policial acabó con la vida de Eduardo Rózsa (señalado como el líder del grupo) y de otros dos extranjeros: Árpad Magyarosy y Michael Dwyer.
Además, se detuvo a Mario Tadic y Elöd Tóásó, únicos sobrevivientes y ahora impulsores de un juicio internacional contra el Estado boliviano.
El Gobierno de Evo Morales acusó a los abatidos y a los dos arrestados de pertenecer a una célula terrorista separatista, que se encontraba planificando un magnicidio y el inicio de una guerra civil en Bolivia.
Situación legal del exfiscal Marcelo Soza:
Marcelo Soza fue alejado del caso tras una serie de acusaciones de haber extorsionado a empresarios y otros involucrados. En la actualidad se encuentra en Brasil en calidad de refugiado, sin embargo, en 2018 fue condenado a 12 años de cárcel por extorsión.