Si no defiendes tus derechos, te los van a quitar

JORGE SANTIESTEVAN

Lo que está ocurriendo en la sociedad boliviana debemos tomarlo en serio, porque ya se está librando batallas, no con armas todavía, pero son de naturaleza ideológica, cultural, social, política, religiosa o espiritual y económica. Y es que el MAS, entendió bien como jugar en estas batallas, por ejemplo, ellos saben cómo crear la dictadura pero pasando por las urnas, lo que hasta ahora les está resultando. Es por eso que debemos evitar ir a elecciones sin tener un sistema transparente, limpio, sin trampas, que permita elecciones justas.

El punto focal que tiene el MAS es avanzar con todos, dentro de un colectivo homogéneo, en el cual nadie debe salir del rebaño, como en Venezuela, Argentina, Cuba y Nicaragua, aunque se caiga en pedazos el país. Y a los que se salgan los castigan, los encarcelan o los desaparecen. Entonces, así continúa ese círculo vicioso dictatorial indefinidamente, porque democráticamente la población no lo va a poder romper. Si alguien valiente, fuerte, sale como opositor, muchos estarán de acuerdo, pero se callan, se autocensuran y no lo siguen, porque es mejor así para no tener problemas.

Para que se revierta esta situación hace falta un contrapeso, un equilibrio que se puede lograr con elementos como la voluntad, la fe, la importancia de no ceder, de no ser ingenuos, de luchar por los objetivos comunes, por nuestros ideales, en absoluta unidad con políticos, cívicos y la población entera, porque si estamos juntos nada es imposible. En el mundo de la información, el relativismo dentro de la libertad de opinión es peligroso, porque cuando hablan, cada uno quiere hacer prevalecer su opinión, que por lo general está forjada en la ignorancia y en la mentira, la misma que puede contradecir a una persona cuya opinión está basada en los datos y en los hechos. Es por eso la jerarquía de opiniones, que se basa en el conocimiento, en el razonamiento.

El otro problema es que, según estos neo populistas, todos somos iguales, pero la diferencia es que, por la voluntad de Dios, los seres humanos no somos todos iguales, hay gente inteligente y gente tonta, hay guapos y hay feos, hay altos y bajos, pero se quiere negar la realidad o naturaleza humana. Nos mienten, quieren hacer igual al estudiante vago, ocioso, con el estudiante que obtiene las mejores notas; hay gente que nace con habilidades innatas y gente que no las tiene. Entonces aparece un sistema político como el MAS, que intenta igualarnos a todos y el resultado es el tipo de sociedad y país que tenemos ahora. Varias generaciones creyeron en ese mensaje y es el más falso de todos, porque es contrario a la naturaleza humana. Por eso vemos a personas ejerciendo funciones importantes en el país, con escasa capacidad intelectual y sin condiciones morales.

En esta batalla no hay que caer en ese colectivo del MAS, lo importante es tomar conciencia de que, si el ciudadano no defiende sus derechos, se los van a quitar, porque los otros luchan todos los días para derribarlos. Y recordemos que para ganar batallas y después la guerra, debemos analizar primero nuestros errores, antes que las victorias.

JORGE SANTIESTEVAN JUSTINIANO
Coronel en Servicio Pasivo. Abogado y Docente Universitario.
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21