Este viernes 25 de abril, a las 20:00 de la tarde, tuvo lugar el rito de cierre del ataúd del Papa Francisco, una ceremonia solemne y privada, cargada de simbolismo en la que se prepara el cuerpo del Pontífice para su sepultura.
Mons. Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, fue el encargado de redactar el Rogito, un acta oficial en el que se recuerda la vida y obras más importantes del Papa Francisco, “por las que daremos gracias a Dios”, según indica el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
Este documento se introdujo en un tubo de metal, sellado y lacrado para la posteridad, e introducido en el interior del féretro. Otra copia del acta pasará a formar parte del archivo de la Oficina de las Ceremonias Litúrgicas del Pontífice.
El documento, publicado por el Vaticano tras el ritual, recorre su biografía y los momentos más relevantes de su vida desde que fue elegido sucesor de San Pedro.
Destaca en especial el don de su servicio “valiente y fiel” al Evangelio y a la Esposa de Cristo. “Su memoria permanece en el corazón de la Iglesia y de toda la humanidad”, se lee en el texto.
Se subraya además su sencillez y cercanía con la gente, algo que demostró desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013, con la elección del nombre “Francisco” y su decisión de vivir en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico.
“Fue un defensor constante de los más pobres, los ancianos, los descartados y los niños”, remarca el documento. Asimismo, se destaca su labor incansable en el diálogo interreligioso y se recuerda que convocó 10 consistorios y creó 163 cardenales procedentes de 73 países.
Mención especial merece su oración solo, en una plaza de San Pedro vacía, durante la pandemia del covid. En el rogito, ya colocado junto a sus restos mortales, se señala también sus numerosos llamamientos por la paz, especialmente en países como Ucrania, Palestina, Israel, Líbano y Myanmar.
Recuerda también su amplio magisterio, compuesto de 4 encíclicas, 7 exhortaciones apostólicas y 39 constituciones apostólicas. Además, escrito quedará para la historia la reforma de la Curia romana con la constitución Praedicate Evangelium y la legislación contra abusos en la Iglesia.
“Francisco ha dejado a todos un admirable testimonio de humanidad, de vida santa y de paternidad universal”, concluye el acta.
Antes de sellar el ataúd, el rostro del Santo Padre fue cubierto con un velo blanco que simboliza la pureza. Además, también se introdujo en el interior del féretro una bolsa de tela con monedas de oro, plata, y bronce acuñadas durante su pontificado.
En el ritual participaron un grupo reducido de miembros de la jerarquía eclesiástica, los secretarios del Papa Francisco, Daniel Pellizon, Juan Cruz Villalón y Fabio Salerno, y otras personas admitidas por el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Mons. Diego Ravelli.
Tras esta ceremonia, todo está preparado para el funeral del Papa Francisco, que tendrá lugar el sábado 26 de abril a las 10 de la mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
El ritual tuvo lugar en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro y estuvo presidido por el Cardenal Camerlengo, Kevin Farrell.
En él también participaron un grupo reducido de miembros de la jerarquía eclesiástica, los secretarios del Papa Francisco, Daniel Pellizon, Juan Cruz Villalón y Fabio Salerno, y familiares del Papa Francisco.
Tras esta ceremonia, que concluyó a las 21:00, todo está preparado para el funeral, que tendrá lugar el sábado 26 de abril a las 10 de la mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Durante la noche, el Capítulo de San Pedro asegurará una presencia de oración y vigilia ante el cuerpo del Pontífice, hasta los preparativos de la Misa de mañana por la mañana.
- ///FUENTE: ACI PRENSA///