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El ingeniero hidráulico Daniel Oropeza sostiene que, si se desmantelan las obras hidráulicas en el Silala, el agua volverá a su estado de reposo original, el cual tuvo hasta antes de 1908, cuando FCAB solicitó la concesión. El experto da sus puntos de vista después de que terminó la fase de alegatos en la Corte Internacional de Justicia.
“El sistema artificial de excavaciones y rellenos, canaletas y canales, actualmente en funcionamiento desde 1908, chupan gota a gota, cual enorme esponja, el agua contenida en el subsuelo de Bolivia (…). Si se retiran esas obras hidráulicas, el agua volverá a su estado de reposo original que tuvo hasta antes de la solicitud y concesión dada”, indicó Oropeza a Página Siete Digital.
El tema cobra relevancia debido a que durante la etapa de alegatos en La Haya por el caso Silala -la cual culminó hoy- Bolivia manifestó su intención de desmantelar los canales para revitalizar los bofedales.
“He sido autorizado a manifestar que Bolivia tiene la firme intención de proceder a la revitalización de los bofedales, y que, aunque no se ha tomado una decisión definitiva, el Gobierno cree que la mejor manera de hacerlo será procediendo al desmantelamiento de las instalaciones”, señaló el 4 de abril Alain Pellet, uno de los abogados que representa a Bolivia ante La Haya.
Este jueves, culminó la etapa de alegatos orales en la Corte, y ahora se espera su sentencia. En ese marco Oropeza realizó algunas puntualizaciones.
“Concluida ya la ronda de alegatos orales de Bolivia en la CIJ, y ante la insistencia chilena de que el Silala es un curso de agua internacional, debe reiterarse que aquello es un sistema hidráulico, artificialmente logrado luego de la concesión documentada de la prefectura de potosí en 1908. Que toda el agua que pasa por el canal recolector, es captada artificialmente; que no fluye hacia Chile, ni superficial ni subterráneamente ningún caudal natural; que al respecto Chile ha realizado innumerables intentos, por descolgar nuestras aguas mediante perforaciones verticales y oblicuas en su territorio y sin ningún éxito”, manifestó.
Según el ingeniero hidráulico, si el mundo de hoy sabe qué comió Tutankamón en su última cena de hace 5.000 años, “con mayor razón podemos saber, ahora, apoyados en la tecnología del siglo XXI, el grado de intervención artificial que se hizo en la zona del Silala, con pala y picota hace 115 años. Lo que se llama patología de la construcción”.
En ese marco, Oropeza señaló que el mundo entero, una vez retiradas las canaletas, canales y turba expresamente colocada de forma manual, se sorprenderá “de que ya no haya agua que transportar sobre ese sistema hidráulico artificialmente logrado desde 1908”.
//FUENTE: PÁGINA SIETE//