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GUIDO ÁÑEZ
Qué difícil es escribir algo para alguien que uno quiere tanto y no podrá despedir en su última morada.
Doña Susan, así le decía yo a esta mujer íntegra, solidaria, apasionada y casada con la causa de la libertad, la democracia y la justicia,
Nos conocimos a finales de la década del 70, ella volvía del exilio con su compañero de vida, Mario Pommier, yo hacía mis primeros pininos en política en la universidad, nos reuníamos casi clandestinos, a diseñar estrategias de resistencia para acabar con la dictadura militar y recuperar la libertad para nuestro pueblo.
Durante la última dictadura militar de García Meza, conspiramos juntos para derrotarlo y lograr el retorno a la democracia.
Nos unió un proyecto político y humano como el MIR, pero con ella me unió un amor maternal, siempre me decía: “sos mi hijo político!. Son cosas que a uno lo marcan para siempre en la vida.
Era admirable, nunca pidió nada para ella, lo que fue, fue porque lo merecía y porque se lo pedían, secretaria privada de Jaime Paz presidente, luego, sin importarle la jerarquía, se vino a ser candidata conmigo a concejal municipal, fue mi asesora en el Concejo Municipal junto a Carlitos Valverde y Gary Prado, que equipazo de lujo.
Tuvo una formación profesional privilegiada, pero eso nunca la hizo vanidosa ni engreída ni soberbia, compartía sus conocimientos con nosotros, nos enseñaba desinteresadamente.
Fue apasionada en la defensa de sus ideas, con un amor intenso hacia la región que la vio nacer, una cruceñaza de pura cepa.
La voy a extrañar muchísimo, extrañaré nuestras largas charlas de política, de nuestro Santa Cruz, de los amigos y compañeros que se han ido y que todavía quedan, extrañaré sus visitas a mi casa en Miami, nuestros viajes yendo a visitar a Marito y a su nieto Rafael, extrañaré sus artículos que me los mandaba, pero sobre todo extrañaré ese ser humano íntegro, solidario, capaz, entregado a la defensa de valores y principios tan venidos a menos en esta coyuntura política.
Murió al pie del cañón Doña Susana Seleme Antelo, escribiendo, orientando, debatiendo, no podré volver a abrazarla, pero seguirá viviendo en cada mujer y cada hombre cruceño que luche por la libertad, la democracia, la justicia y siempre estará en mi corazón, en el de mi familia. Gabriela y mis hijos la querían muchísimo y la guardaremos en nuestros recuerdos, porque así como no vivió en vano para el pueblo, para nosotros fue muy importante y fundamental en nuestras vidas.
Paz en su tumba doña Susan
Por su memoria, ahora y siempre ¡volveremos y venceremos!