Samuel, el MIR y la izquierda light

Me parece cómico cómo la gente adoctrinada por el MAS siempre se refiere a la oposición como la “derecha”, sin saber siquiera qué es la derecha en política y quiénes son sus exponentes actuales. Muchos de los rivales electorales a los que se ha enfrentado el MAS han sido personajes de izquierda, centroizquierda o socialdemócratas, de ahí la falta de acciones reales para combatir el socialismo. Los más grandes exponentes de la izquierda opositora son el “Joe Biden boliviano” (Carlos Mesa) y Samuel Doria Medina, quienes, estoy seguro, terminarán aliándose.

Mesa y Comunidad Ciudadana representan el progresismo, la socialdemocracia y la izquierda europea, que, sobre la base de la “ética”, creen que transformarán el país. Ya vimos cómo terminó esta alianza, la cual es una vergüenza y a la que el MAS no deja de humillar en el Parlamento. Basta de políticos inútiles. Respecto a Samuel, su pasado mirista y muchas de sus posturas políticas responden a una agenda de izquierda. No por nada es vicepresidente de la nefasta Internacional Socialista y apoya a políticos internacionales de izquierda.

Dentro del bloque opositor, Mesa ya ha declinado su candidatura y Samuel la mantiene a base de billetazos, ya que nadie en su sano juicio votaría por él, siendo la antítesis del carisma. Es tan evidente el “zurderío” de Samuel (como diría Milei) que está siendo apoyado por toda la izquierda opositora al MAS y viejos aliados del MIR. De estos últimos, ya ha sido respaldado por Juan del Granado (izquierdista declarado, quien colaboró codo a codo con el MAS y “vive” de su “valiente juicio” al general García Meza, que era imposible de perder), Vicente Cuéllar o Carlos Borth (si alguna vez tiene insomnio, recomiendo escuchar a Borth, dormirá de maravilla). Mientras que la izquierda opositora al MAS también lo ha respaldado, tal es el caso de muchos legisladores de CC.

Con solo dos opciones restantes dentro del bloque opositor, queda claro que Samuel representa a la izquierda y “Tuto” más a la centroderecha. Pero la izquierda que representa Samuel es peor que la del MAS: es la izquierda socialdemócrata, la izquierda europea que cree que vivimos en ese continente e ignora la realidad boliviana. Es la izquierda woke, la que tortura con la igualdad de género y que favorece a los movimientos hippies radicales. Es la izquierda culpable del declive de Europa y la que, seguramente, si decidimos invertir en gasto militar, nos tacharía de agresivos y violentos. La izquierda que no busca la grandeza de la nación, sino su división y su falta de ambición, ya que les da miedo el éxito y el crecimiento del poder geopolítico. Esa es, de lejos, la peor izquierda. Además, por naturaleza, es débil y vendida; no aguantará los conflictos.

Yo no soy libertario. Mi postura es nacionalista y, si hay un líder al que admiro en la actualidad, es a Donald Trump. Pero concuerdo con Milei en que la izquierda es lo peor que existe y que destruye todo a su paso. No podemos seguir gobernados por el zurderío; debe ser combatido si queremos una Bolivia fuerte y próspera. La izquierda, tanto del MAS como la que representan múltiples políticos tradicionales, es dañina y no hace más que perjudicar al pueblo. ¿Cómo queremos salir de la crisis causada por la izquierda con más propuestas de izquierda? Es ilógico. A todos estos políticos les digo que dejen de destruir mi país y espero que aparezca una alternativa o un partido político con verdadero carácter y doctrina que pueda ponerlos en su lugar.

Para colmo, Samuel repite que en 100 días solucionará la crisis. En 100 días lo sacarán a patadas del poder si llega a ser presidente, no tiene ni el carácter ni la visión para salvar a Bolivia. Si alguien tiene esperanzas con Samuel, viendo con quién se alía, queda claro que su posición siempre estará en la izquierda y que siempre beneficiará al MAS. Prefiero votar hasta por el doctor Chi.

  • FABIÁN FREIRE
  • Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
  • *NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21