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El P. Fernando Bielza, sacerdote de la Archidiócesis de Madrid, afirma que para saber cómo actuar con las cadenas de oración hay que discernir si lo que propone es “justo, bueno y verdadero”. “El chantaje espiritual no se puede admitir”, añade.
No es infrecuente que muchas personas, incluso fieles católicos, reciban mensajes que llaman a rezar por alguna causa. En general, contienen una propuesta final para su difusión.
El P Bielza reconoce a preguntas de ACI Prensa que “el hecho de que alguien te invite a rezar no tiene nada de malo” en principio. “Todo es en función de que lo que se propone sea justo, bueno y verdadero”, explica.
“Lo que es justo y bueno es lo que se corresponde con la voluntad de Dios”, subraya el sacerdote.
La pregunta por la verdad puede responderse en varios sentidos: si es real la situación que se describe (la enfermedad o cuestión que se quiere revertir).
“Es mejor no reenviar si no sabemos bien si es verdad que tal persona está enferma”, considera el presbítero.
Pero también hay que distinguir si lo que se dice es auténtico hoy, pues a veces resurgen cadenas de años atrás que no tiene sentido perpetuar.
También es necesario “evaluar en conciencia” hasta que punto tenemos que reenviar estos mensajes y a quién.
Este discernimiento es “una buena oportunidad para evaluar nuestra dureza de corazón, los respetos humanos o la vergüenza ajena”, esgrime el presbítero.
Por ejemplo, no tendría sentido hacerlo “si crees que no te parece muy serio” el contenido o si los posibles destinatarios no van a entender.
“Podría no ser oportuno enviárselo a amigos ateos que no lo van a comprender y que, además, pueden reírse de ello o de uno mismo”, incide.
Ojo con las “maldiciones”
El P. Bielza subraya que, ante todo, no hay que tener en cuenta las “maldiciones” que se colocan al final de algunos de esos mensajes y que aluden a resultados mágicos si se reenvía a un número determinado de personas o si se hace una oración concreta.
En este punto, el P. Bielza es tajante: “El chantaje espiritual no se puede admitir”.
En resumen, el actuar respecto de las cadenas de oración debe tener en cuenta “que sea verdadero el punto de partida y también el punto de llegada, las consecuencias”.
//FUENTE: ACI PRENSA//