Como era evidente, el bloque de unidad opositor se dividió y parece que las diferencias son irreconciliables. Siempre sostuve que lo correcto en la hora de cerrar alianzas de este tipo es hacerlas con base en principios y directrices comunes, de esta forma es más fácil que funcionen. Una alianza sólida debe tener puntos comunes y visiones de país similares, algo con lo que no contaba el bloque opositor. Era muy difícil hacer que todos los “líderes” opositores se pusieran de acuerdo en un programa de gobierno conjunto; las diferencias políticas son notables.
En mi artículo “Tuto y Samuel”, lancé una predicción acertada sobre todo lo que pasaría con el bloque opositor e incluso predije quién sería el candidato electo y cuál sería el motivo de discordia que destruiría el bloque. No entiendo cómo alguien tan técnico como Tuto confió en Samuel y en que éste, con sus grandes recursos económicos, no iba a “jugarle sucio”. No trato de justificar a Tuto, pero fue una metida de pata terrible confiar en Samuel. Como político, Tuto deja mucho que desear y creo que su fracaso electoral será evidente, salvo un “milagro”.
La gente no investiga ni profundiza en los hechos, por lo que, para todos, Tuto ha quedado como alguien que incumple su palabra y como el “traidor de la unidad”. Muchos incluso ya sostienen que es el candidato más funcional al masismo por sus últimas acciones, por lo que limpiar su imagen será muy difícil. De paso, Tuto se alía con los peores partidos posibles, como son el FRI y Demócratas.
Respecto al bloque de unidad opositor, casi ninguno de los que lo componen actualmente aporta algo positivo. El único que sí aporta de manera significativa y es importante electoralmente dentro del bloque es Luis Fernando Camacho, por lo que su apoyo a Samuel le da una ventaja significativa sobre Tuto. El apoyo brindado por Camacho era algo obvio, esto porque Tuto decidió acercarse a Demócratas, “rival” regional de Creemos. Como dije, la campaña de Tuto es una desgracia total; para colmo, el hecho de ser visto como un traidor no ayuda. Si es que no baja su candidatura, creo que recibirá un revés electoral muy fuerte.
Respecto a Samuel, muchos creen que con ser el candidato del bloque de unidad, es el mejor parado para vencer al MAS. La verdad es que esto está lejos de ser real y deberá trabajar mucho para convencer a la población, algo muy complejo, ya que es la antítesis del carisma. En lo personal, espero que también se estrelle electoralmente, esto porque de por sí sus principios políticos responden a la socialdemocracia. Además, su campaña de los “100 días” le costará muy caro de ser electo; en ese período de tiempo nada habrá solucionado, sino que será obligado a renunciar. La siguiente gestión no es fácil, es una de las más complejas de nuestra historia y no se puede fallar, porque si no el MAS volverá al poder con mucha más fuerza. Esta elección no es un juego: o se hacen los cambios radicales, o Bolivia perece.
Quien puede tener chances es el otro bloque opositor, quien creo que ha sabido lidiar mejor con sus diferencias internas. De jugar bien sus cartas (algo que no es difícil teniendo a Samuel en frente), pueden ser rápidamente valorados como la mejor opción. Dentro de ese bloque tenemos personajes astutos y carismáticos como son Chi y Manfred. El primero sabe vender polémica y que los medios hablen de él; el segundo es muy hábil políticamente, además de ser carismático. Ojo, si son funcionales al MAS o no, es tema para otro artículo, pero si este bloque trabaja con seriedad y no cae en las divisiones, es posible que termine ganando el voto útil.
Respecto a los emergentes, como Jaime Dunn, Edgar Uriona o el Capitán Lara, no creo que puedan ganar la elección, pero sí crecer electoralmente viendo cómo la gente está harta de los “dinosaurios”, lo que puede hacerles obtener resultados alentadores para ser su primera elección.
- FABIÁN FREIRE
- Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
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