Rivera, el periodista: “Esto es lo que sé hacer, no lo cambiaría. No me arrepiento”

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Hay palabras que definen a cada persona. En el caso de Gonzalo Rivera se puede resumir en dos: esperanza y reinvención. En el primer caso por el periodismo y en el segundo, por la comunicación.

“Yo tengo mucha esperanza de que los nuevos jóvenes puedan trabajar en el periodismo y seguir en la lucha de develar la verdad, de mostrar lo que está sucediendo. Pero tenemos que trabajar en cambiar primero nuestras bases sociales en función de la educación”, dice Gonzalo sin dudarlo.

Su apuesta sigue firme a pesar del proceso penal que tiene en su contra por supuestas irregularidades en una contratación que hizo cuando era gerente de Bolivia Tv, durante el gobierno de Jeanine Añez.

Y la esperanza de la que habla se traduce en su trabajo diario, en esa lucha a la que llama “quijotesca”, para que el periodismo siga de pie en su programa “Encontrados”.

Así está en su estudio, mientras comparte análisis e información con su audiencia, produce y coordina con sus compañeros de trabajo. Es meticuloso y ordenado en su labor; su voz fuerte y clara retumba cuando uno sintoniza su programa, pero también tiene tiempo para regalar una sonrisa franca.

“Solamente la prensa, los medios de comunicación conscientes van a poder hacer ese trabajo de transformar una nueva sociedad, una nueva mentalidad ante los retos que se vienen. Entonces yo sí tengo esperanza”, asegura el periodista.

La capacidad de reinventarse

Desde 2010 que Gonzalo Rivera se dedica al periodismo independiente. Hizo una pausa durante el gobierno de Añez para estar al mando del Canal 7 unos cuatro meses.

Sin embargo, este paso por el aparato estatal le pasó una fuerte factura, pues tiene abierto un proceso penal por haber contratado a Diego Ayo. El actual Gobierno lo acusó de haber incurrido en irregularidades, lo que trajo obstáculos en su carrera como periodista y también veto a publicidad para su programa, como ocurre con otros medios de comunicación.

A pesar de que esta situación en la justicia le genera incertidumbre y preocupación, Gonzalo no ha descansando ni un solo momento. Se reinventó y de la forma que sólo un comunicador sabe hacerlo.

El comunicador alista el taller de oratoria y liderazgo para niños, jóvenes y adultos, después de tener éxito en sus primeras cuatro versiones en anteriores meses. En los encuentros pasados los participantes pasaron los 90, entre niños y adultos.

“Es importante aprender a hablar, a comunicarnos. En el colegio cuando el profesor nos pide salir adelante siempre nos preguntamos ‘¿por qué a mí? o ¿ahora qué hice?’. Tampoco nos enseñan a hablar, a poder decir lo que pensamos con palabras adecuadas. Por eso es importante este taller, especialmente con los niños”, comenta.

Recuerda que fue invitado a diferentes instituciones para dar estos cursos porque es esencial para la comunicación.

Pero una experiencia que la tiene en la memoria es un viaje que hizo a los Yungas junto con el periodista Andrés Gómez, a quien invitó para que hable de democracia a los habitantes de diferentes comunidades.

Ocurrió en 2018. “Estuvimos más o menos cuatro días, a ese curso fuimos con el equipo de ODEC y Encontrados. Fue realmente un éxito, la radio nos ayudó muchísimo a amplificar estos talleres, fueron transmitidos a través de los medios de comunicación radiales de las comunidades”.

No obstante, al conocer sobre las charlas, el entonces gobierno de Evo Morales, a través de algunos dirigentes del MAS, se resistieron a que Rivera y su equipo den los talleres. Empapelaron algunas paredes con carteles que contenían mensajes falsos sobre la visita de los comunicadores y llegaron al extremo de intentar sacarlos a golpes.

Los comunarios se pusieron al frente y no permitieron las agresiones, entonces los talleres se realizaron. “La gente tenía otra sensación, quería escucharnos y aprender”, rememora.

A la semana de este intento de agresión, Rivera recuerda que el entonces presidente Morales dijo en un acto público que había gente que estaba llegando a las poblaciones con discursos falsos y pidió a la gente que los saque.

“Continuamos con nuestro trabajo, sabíamos que lo que estamos haciendo no tiene nada que ver con política, nada que ver con algún partido”, señala.

Hasta la fecha piensa lo mismo, por eso se prepara para impartir el taller de oratoria y liderazgo, sabe que su experiencia le ayuda. “El secreto del éxito es que no haya secretos”, afirma, y así comparte con niños y con personas mayores todo lo que él sabe para tener buenos frutos.

Rivera destaca que durante la primera fase de los cursos se logró transmitir herramientas y técnicas de oratoria, además de ideas, emociones, pero sobre todo valores a personas de distintos estratos, desde autoridades hasta trabajadoras del hogar, así como de diferentes edades entre adultos y niños.

“El resultado es impresionante, los niños llegaron a componer canciones después de los talleres. Algunos adultos regresaron a otro taller, convocaron a otras personas para que asistan”, cuenta el periodista.

El próximo taller se realizará este mes en el Instituto Técnico de Desarrollo Integral e Innovación y Mentor Academy, ubicado en la zona de Sopocachi, en la calle Capitán Ravelo, esquina Montevideo 188. El teléfono para informaciones es el 69887499.

La miel y la hiel

Gonzalo muestra optimismo en cada palabra. Respira hondo para responder que hay dos momentos amargos que le toca vivir por ser periodista. El primero es el tener que alejarse de su familia muchas veces por el trabajo que realiza. “Sabemos, quienes somos periodistas, que este oficio demanda las 24 horas y los siete días de la semana, no podemos decir que tenemos un día libre”.

Y el segundo es el proceso penal que tiene en su contra, el cual sigue pendiente. “No tiene ni pies ni cabeza, es un proceso administrativo que lo volvieron penal”, asegura. Sin embargo, por este caso que ya es de conocimiento público se tiene consecuencias, pues hay personas que trabajaron con Gonzalo que ahora no pueden encontrar trabajo porque los tildan de “pititas”. Eso, para el periodista es una situación que lo desmotiva y le genera impotencia.

No obstante, pese a esta lucha en los estratos judiciales asegura que su trabajo le trae grandes satisfacciones, como el hecho de ver resultados de sus talleres en los niños, quienes le demuestran con canciones o de otras formas todo lo que aprendieron. O cuando algún ciudadano le agradece el trabajo que hace en Encontrados y lo motiva a seguir adelante.

“Ha sido nuestro auxilio, esa llanta de salvación. En este tiempo tan difícil para todos y en especial para nosotros los periodistas, Encontrados nos ha permitido poder comunicarnos y estar con la población y además vivir de lo que hacemos, honestamente”.

No olvida que en su afán de seguir trabajando en el periodismo fue echado del Canal 18 y también de un medio de comunicación de El Alto. Justamente su línea crítica lo llevó a tener que luchar también por mantenerse vigente y mantener a sus seguidores.

Gonzalo dice que seguirá con los talleres de oratoria, que le gusta viajar y compartir sus conocimientos con la gente, desde amas de casa hasta personas que quieren dedicarse a la política en unos años.

Pero el periodismo lo lleva en las venas. “Nos dicen siempre ‘¿por qué no te dedicas a otra cosa? No podemos, no puedo. Esto es lo que sé hacer. No me arrepiento de nada, no cambiaría por nada el periodismo”. “¡Qué tal amigos, muy buenas tardes!”, Gonzalo comienza Encontrados y su labor vuelve a comenzar.

//FUENTE: PÁGINA SIETE//