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Las familias afectadas por la riada en la comunidad de Laquiña, en Chiñata, a media hora por la carretera a Sacaba, intentan rescatar del lodo ropa, colchones, cocinas, electrodomésticos, alimentos y animales muertos metiéndose por completo al barro amarradas a unas ramas.
El trabajo es intenso y difícil por el fango que cubre la zona sin dejar a la vista los caminos ni las casas. No hay agua potable ni energía eléctrica.
Aunque pidieron ayuda a la Unidad de Gestión de Riego (UGR), se les negó por el peligro que significa entrar al barro que supera los dos metros de altura.
El domingo se rompió el dique de una antigua laguna de Matapata. Los vecinos denunciaron la explotación de agregados en la parte alta de Laquiña. El desastre ocurrió por el colapso de una laguna que ocasionó la llegada de la mazamorra a la comunidad de Laquiña en el municipio de Sacaba.
El gobernador Humberto Sánchez inspeccionó este lunes la zona de Laquiña del Distrito Rural Ucuchi, en el municipio de Sacaba, donde se registró un deslizamiento y mazamorra que afectó a diez viviendas y una granja de pollos.
Las tareas de atención a la emergencia por el desastre natural se intensificaron esta jornada con maquinaria pesada, personal de la Unidad de Gestión de Riesgos y Atención de Desastres (UGR y AD) de la Gobernación, del Viceministerio de Defensa Civil, del municipio de Sacaba, voluntarios del SAR–FAB y del Servicio de Búsqueda y Rescate de la Armada Boliviana (SBRAB), además del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam), quienes llegaron hasta el lugar para realizar un trabajo conjunto.
//FUENTE: LOS TIEMPOS//
