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Con miras a garantizar agua para la laguna Alalay, luego del “histórico” dragado que se proyecta que podría concluir en diciembre, el alcalde Manfred Reyes Villa informó sobre un proyecto para llenar la cubeta.
Este consiste en comprar el líquido vital a los dueños de las casas que tienen vertientes en la zona norte, quienes abastecen a las cisternas que llevan agua al sur, y transportarlas hasta el espejo de agua.
“Hemos tenido, el día de ayer, una reunión, no solamente con los dueños de las cisternas, también con los dueños de las tomas de agua de donde reciben el agua las cisternas. Hemos hecho un análisis profundo con ellos de la situación (…). Igual que le compramos a Misicuni (…), vamos hacer un convenio. Es 56 o 59 el número aproximado (de propietarios). Con esos 59 que venden ahí, años, no sé si son 40 años o algo así, pero vamos a hacer algo justo para todos”, informó Reyes Villa.
La primera autoridad municipal recordó que la Alcaldía compra agua a Misicuni, por un valor que asciende al millón de bolivianos por mes.
Con los vecinos propietarios de las casas que poseen vertientes en la zona norte, rige el mimo objetivo, comprar el gua y transportar el líquido, a través de ductos, hasta el sureste de la ciudad, donde se encuentra la cubeta urbana.
Reyes Villa dejó en claro que el interés de la Alcaldía “no es dañar el trabajo de nadie”, en referencia a los dueños de casa y a las mismas cisternas que se abastecen de ellas; por el contrario, buscan llegar a un acuerdo justo y favorecedor para todos.
Sobre los propietarios de las cisternas, detalló que la Municipalidad les ofreció dotarlos de agua tratada de Semapa, a través de tomas en la zona sur.
Tras la reunión, los sectores se dieron una semana para “llegar en consenso, a una solución entre todos”. Entretanto, Reyes calificó la reunión previa como positiva.
Con miras a concluir con el dragado de la cubeta de agua, una de las últimas que le quedan a la Llajta, la primera autoridad municipal indicó que la empresa contratista que opera en la zona trabaja en doble jornada, de día y de noche.
Ya se tiene prevista una inspección a la zona, a fin de verificar los avances y las jornadas nocturnas de trabajo, que tienen por objetivo concluir la extracción de lodos, luego de 26 años.
