En un primer momento las elecciones de Venezuela me parecían un mero espectáculo innecesario, todos sabíamos que iban a terminar en un fraude masivo.
Mientras más nos acercábamos a la fecha de los comicios, fui cambiando de opinión por diversos motivos, primero por los “acuerdos de Barbados” y por la gran fuerza que fue adquiriendo la oposición. De igual forma, muchos medios internacionales, decían que el fin del “chavismo” está más cerca que nunca y que los nefastos personajes de este régimen estaban preparando su “exilio dorado”. Con este panorama y con Nicolás Maduro más débil que nunca, el mundo puso sus ojos en las elecciones del pasado 28 de julio.
Una persona coherente dirá que una derrota de Maduro es un golpe al socialismo del Siglo XXI en la región, algo que es cierto, pero también podría haber terceros afectados. Entre esos terceros está nuestra Bolivia, pues era muy probable que, si el socialismo del Siglo XXI era derrotado en Venezuela, muchos de estos socialistas pasen a “invadir” nuestra nación e instalen un nuevo bastión socialista. Es decir que Cuba y los socialistas de la región iban a remplazar a Venezuela por Bolivia y nos iban a dejar en una dura situación para los comicios del próximo año. Este era el peor escenario de todos, los bolivianos hubiéramos tenido que estar más alertas que nunca y no permitir que la “voluntad” de extranjeros se imponga sobre la de nuestra nación. Si Bolivia pasaba a ser el nuevo bastión del socialismo en Sudamérica, el trabajo para salvar al país hubiera sido inmenso, de por sí ya debemos salvarlo del masismo, tener más intromisión cubano-venezolana haría esta misión aún más compleja.
El escenario previamente planteado es poco probable y es un alivio en lo personal, antes de los beneficios de la región está el interés nacional. Los intereses e inteligencia cubano-venezolano ya están en nuestro país, pero se hubieran incrementado de haber perdido Maduro las elecciones. Aún estamos a tiempo de salvar nuestra nación y obtener una verdadera soberanía e independencia, Bolivia sobre todas las cosas.
Respecto a los resultados, creo que todos sabemos que lo que hemos visto ha sido un fraude descarado. Una vez más el sistema electoral venezolano ha probado estar sometido a los intereses del chavismo y ser un sistema fraudulento. Es imposible creer que un hombre que tiene a su país en la completa miseria y caos, puede obtener más de 50% en los comicios.
Para mi Maduro ni llegaba al 20%, es imposible votar por alguien que ha destruido un país “rico” y que es causante de una de las olas migratorias más grandes de la historia de nuestra región. Cuando la oposición realizaba sus actos de campaña, se notaba el gran apoyo con el que contaban, por otro lado, Maduro contaba con un apoyo reducido, del cual la gran mayoría eran seguramente pagados o empleados públicos, parecido a lo que pasa aquí con el MAS.
No tengo dudas que el candidato opositor destrozó a Maduro de manera escandalosa, desgraciadamente como en todo país socialista, el poder electoral esta maleado y corrompido. Una vez más, llamo a que los bolivianos estemos alertas, pues en los últimos tres comicios hemos sufrido irregularidades terribles. El socialismo actúa de esta forma, destroza la institucionalidad, la voluntad del pueblo y, por último, la misma nación.
El gran derrotado de este proceso electoral es la administración Biden, administración que fue benevolente con el régimen venezolano y se tragó el cuento de elecciones limpias. Si la situación en Venezuela no es tan crítica como antes es gracias al conflicto ruso-ucraniano, que ha causado que Estados Unidos compre petróleo de nuevo a Venezuela. Acción que fue sellada en el acuerdo de Barbados, una vez más Biden fracasó masivamente en geopolítica, es impresionante la cantidad de fracasos que suma.
- FABIÁN FREIRE
- Escritor. Estudiante De Ciencias Jurídicas. Columnista En El Diario.
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