LUIS CHRISTIAN RIVAS
Faustin-Archange Touadéra es el profesor de matemáticas de la Universidad de Bangui que llegó a ser presidente de la República Centroafricana prometiendo: “hacer de la República Centroafricana (RCA) un país unido, un país de paz, un país que enfrenta el desarrollo”, tal parece que decidió cumplir sus promesas y modernizar su país al promulgar una “Ley Bitcoin” que otorga la calidad de moneda de curso legal al Bitcóin (Btc) en el país africano, por lo mismo, es el primero en ese continente y es el segundo a nivel mundial, después de El Salvador.
El Salvador y la República Centroafricana otorgan al Btc, por imperio de la ley, la cualidad de moneda de curso legal junto al Franco CFA, cualidad similar al Colón salvadoreño, idéntica al Dólar estadounidense o al Boliviano. Por lo mismo, el Btc pierde ese prejuicio de moneda sin curso legal para adquirir un estatus legal en la economía mundial, de alguna manera, este criptoactivo ha sido “nacionalizado” por efecto de la norma, entonces, los países hostiles al Btc, como Bolivia, no pueden argumentar su ilegalidad.
Fuera de estas apreciaciones, los críticos de las criptomonedas cuestionarán los índices de pobreza que existen en el país africano y su constante inestabilidad por las guerras civiles internas, los datos están a su favor: hay poco acceso a electricidad, internet, dispositivos móviles en los ciudadanos, por lo mismo dirán que esta ley favorecerá a los delincuentes para realizar delitos relacionados con el lavado de dinero, terrorismo, etc., pero nada más alejado de la verdad, según datos de Chainalysis: menos del 1% del valor movido con Btc y criptomonedas proviene de delitos, los delincuentes prefieren el efectivo y la banca tradicional para realizar sus crímenes, porque por medio del blockchain pueden ser rastreadas sus operaciones.
Cada vez que el Btc corrige su precio, los críticos argumentan su volatilidad y fantasean con la caída de la criptomoneda, pero ningún invento capitalista ha tenido semejante éxito en poco más de una década donde pasó de valer centavos a decenas de miles de dólares por unidad, el supuesto “desplome” ni siquiera refleja su movimiento alcista que mantiene su logró como “oro digital”.
Nosotros, como liberales, aplaudimos estas iniciativas valientes y visionarias, porque están abriendo las puertas para la libertad económica para millones de ciudadanos excluidos del sistema financiero tradicional, que en otros países, como Bolivia, están discriminados por imperio de una norma liberticida.
La ley surge del Estado, aunque el Btc es criptoanárquica y los “bitcoiners” no necesitan de leyes a favor o en contra para seguir comprando y vendiendo, es peor tener leyes como barreras al capitalismo competitivo, CFA manda el mensaje: ¡millonarios del mundo, pueden gastar aquí sus criptoactivos!
Lo cierto es que Gourna Zacko, ministro de economía digital, agregó: “Con las criptomonedas ya no hay control del Banco Central. Tienes tu dinero, envías a un inversionista por un negocio, lo recibes en cualquier moneda, puedes disponer de él en dólares, euros, francos CFA o nairas”. Libertad pura y dura, F.A. Hayek autor de la “Desnacionalización del dinero” estuviera de acuerdo. El Btc favorece el envío de remesas, inversiones extranjeras, intercambio de bienes y servicios y sobretodo, el mantenimiento, refugio de valor y capital, protección de los ahorros familiares, etc.
Touadéra como buen matemático manifestó su amor por los números, en sus tuits: “La matemática es el lenguaje del universo; Bitcoin es el dinero universal” y “Estamos encantados de estar entre los pioneros de la tecnología más innovadora del mundo, la que crea valor para todos”, Centroáfrica deja de ser invisible y empieza a ser reconocida y apreciada.
Bitcóin es matemática pura, algoritmos que son resueltos por potentes ordenadores que descifran un lenguaje de programación, que cómo lenguaje debe ser expresado y tratado con respeto y libertad, es libertad de expresión y como tal, todos tenemos derecho a que sea respetado.
LUIS CHRISTIAN RIVAS SALAZAR
Abogado y representante del Instituto Libertad, Capitalismo y Empresa – ILCE
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21
