- Redacción VISOR21
“Me voy habiendo entregado lo mejor de mí a mi país, con la seguridad de que lo hecho servirá para que alcance mejores días”, escribió el ahora exministro de Justicia, Iván Lima, tras presentar su renuncia irrevocable al cargo que ostentó durante tres años y diez meses, sin haber logrado ninguna transformación en el aparato de justicia de Bolivia.
El cuestionario funcionario se lanzó flores tanto en su carta presentada al presidente Luis Arce, como en su post en redes sociales. “Ha sido un tiempo intenso en el que dediqué mi más grande esfuerzo a lograr que los bolivianos tengan un acceso más ecuánime y equilibrado a la justicia y para generarles más y mejores oportunidades en el marco del derecho y de la democracia”.
“Con usted, Señor Presidente, comprobamos de manera inequívoca que la democracia es un privilegio que debemos preservar a toda costa y que la unidad del país y de los bolivianos es un bien que debemos sustentar todos los días, con mucho esfuerzo y con no menos tenacidad”, citó en su carta. Desde el Ejecutivo solo se informó que Arce realizará la nueva designación una vez analizado el tema.
Lima finalizó su egocéntrico texto: “Es cierto que no hay mejor recompensa que la satisfacción del deber cumplido. Me voy habiendo entregado lo mejor de mí a mi país, con la seguridad de que lo hecho servirá para que alcance mejores días”.
Lima asumió el cargo en el gabinete de Arce y planteó una “cumbre de justicia”, con la presencia de personalidades entendidas en el área, universidades, colegios de abogados, entre otros; sin embargo, su iniciativa quedó truncada y fue delegado para continuar la persecución política contra la oposición al MAS.
Por ejemplo, en marzo de 2021, en entrevista con radio Deseo, confesó que como Gobierno tenían que “armar” un caso contra la expresidenta Jeanine Añez, en la justicia ordinaria, para mantenerla detenida mientras se esperaba lograr dos tercios de votos en la Asamblea Legislativa para impulsar un juicio de responsabilidades por el denominado “golpe de Estado” de 2019.
El diputado del MAS, Gualberto Arispe, había anunciado la renuncia del entonces ministro hace dos semanas y también adelantó que Lima sería designado como fiscal general del Estado por decreto presidencial, ante un eventual estancamiento en el proceso de convocatoria y selección en la Asamblea Legislativa, tal como pasó en el tema de las Elecciones Judiciales.
La oposición y el evismo, a su vez, responsabilizaron a Lima de ser responsable de la manipulación de la justicia con tintes partidarios, además de haber pactado con los magistrados del Tribunal Supremo de justicia, Tribunal Constitucional Plurinacional y Consejo de la Magistratura, para permitir su autoprórroga ilegal de mandato.
“Le hará bien a la democracia. El señor ministro fue el que ha desinstitucionalizado el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional. Por eso no tenemos una justicia renovada aplicando la Constitución. Nosotros celebramos”, expresó el senador William Torrez.