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El pasado 30 de septiembre un recluso preso por asesinato en la cárcel del Centro de Readaptación Productiva Montero (Cerprom) en Okinawa, hizo una declaración voluntaria ante la autoridad penitenciaria, revelando que en San Matías, un ‘capo’ mafioso contrata sicarios especialmente desde Brasil para matar por encargo en esa localidad de Santa Cruz.
El interno Jorge Ronald Aguilera estampa su firma y huella junto al coordinador de la cárcel de Cerprom, Adolfo Estremadoiro Romero y el documento está registrado en la notaría.
“Quiero hacer conocer mediante declaración voluntaria sin ninguna presión o dolo, que invade mi consentimiento para contar la verdad sobre cómo asesinaron a Johan Alonzo Mollo, más conocido como Pacho”.
En otra parte de su declaración el recluso señala que “el señor Nando es hijo o hijastro del señor Fernando. Me llama por teléfono y me dice si lo había visto al señor Adán, como yo le vendía al señor Adán materiales veterinarios, para que lo localice y me manda un audio explicándome la situación, eso me dice Nando”.
Asimismo, el interno procesado por asesinato declaró que “resulta que me cuenta el señor Nando que lo matarán al señor Jhonny Alonzo Mollo, después de haber matado a su hermano Simón Alonzo Mollo y ahora Adán está en San Matías y se volvió loco y quiere matar a todo el mundo porque mataron a Pacho”.
El interno asegura que recibió el llamado telefónico de Nando para contarle que hay cinco mil dólares por la cabeza de Adán, alias Grillo, para sacarlo de su casa y le ofrezca material veterinario y en ese momento llegaría en un sicario en motocicleta.
En la parte considerada por las autoridades policiales como clave, el recluso Jorge Ronald Aguilera Barrón reveló la identidad y apodo de un hombre con mucho poder, que supuestamente es el encargado de contratar a la red de sicarios para las ejecuciones.
“El que manejaría la motocicleta sería Nando y el sicario un brasileño que había llegado de su país y que estaba alojado en la casa del señor T.”
El declarante además afirmó que “T. es un señor en silla de ruedas que contrata sicarios desde Cáceres, él tiene su clan de sicarios para ejecutar personas. El segundo audio que me manda Nando dice que estaba pidiendo el dinero a T., que primero localizara a Adán y me iban a dar mil dólares y a los otros cuatro mil dólares cuando lo ejecute al señor Adán. Resulta que Nando me dice que el próximo en morir es Jhonny Alonzo y luego la hermana de Adán que vive en San Matías. Nando me envía otro audio diciendo, así como mataron a los Velarde, así van acabar con la familia de Adán. Con esto quiero hacer conocer que la familia de Adán corre peligro y al mismo tiempo la vida del hermano de Pacho… tengo otros audios que ya son de conocimiento de Adán”, señala en la carta notariada.
La declaración así como un expediente con todos los antecedentes de asesinatos en San Matías, entre audios y mensajes de texto, ya fueron elevados y recibidos por la Fiscalía Departamental a cargo de Róger Mariaca, el Ministerio de Gobierno y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
Tras los crímenes agentes del grupo DACI de la Felcc de Santa Cruz permanecen en San Matías apoyando las investigaciones y buscando a los sicarios.
EL ANTECEDENTE
Después de que el 17 de agosto pasado cuando Johan Simón Alonzo Mollo “Pacho”, (31) habitante de San Matías fuera secuestrado y asesinado a balazos en el camino a Cáceres, un recluso de la cárcel de Okinawa de Montero hizo una declaración voluntaria, revelando la existencia de un clan de sicarios que son contratados para matar por encargo.
Los informes de la Policía dan cuenta que Johan Simón Alonzo Mollo estaba en su motorizado viajando con sus familiares a Cáceres, cuando de pronto fue interceptado por desconocidos armados que lo secuestraron. Luego pidieron a sus familiares una recompensa de 200.000 dólares para su liberación.
La familia entregó el dinero, pero Mollo no fue liberado sino acribillado a balazos y su cuerpo quemado y abandonado en medio de unos cañaverales.
La Policía verificó que presentaba heridas de bala en el cuerpo, signos de torturas, estaba con las manos quemadas y amarrado con una soga.
El martes en San Matías volvió la violencia, pues fue asesinado a balazos Luis Paulo Silva Ferreira. Fue sorprendido por sicarios cuando se encontraba en un lavadero de vehículos.
El nuevo suceso violento en esa población movilizó a la Policía y los primeros informes señalan que los autores del crimen huyeron y se refugiaron en Cáceres-Brasil.