El Vaticano es una de las instituciónes más antiguas y complejas del mundo, con una gerarquía rígida que permite la continuidad del gobierno incluso en momentos muy difíciles.
EL Papa Francisco está muy enfermo y su hospitalización prolongada plantea dudas sobre quién realmente está gestionando el poder en el Vaticano. La Santa Sede no se puede detener, questiones políticas, económicas y doctrinales deben continuar y tienen que ser abordadas. El Códice de Derecho Canónico proporciona en estos casos procedimientos bien precisos.
Según las normas eclesiásticas, en caso de impedimento temporal del Papa, lo sustituye el camerlengo de S.S., actualmente el Cardenal Irlandés Kevin Joseph Farell, que administra los bienes y los derechos temporales de la Santa Sede. Esta figura tiene un papel importante durante la sede vacante, pero su poder es más administrativo que político o religioso.
Su respondabilidad es por lo tanto limitada a la supervisión de las finanzas vaticanas y a la organización de las cuestiones internas, sin tener una influencia directa sobre las decisiones estratégicas de la Iglesia Católica. Esto plantea una pregunta crucial: ¿quién toma realmente las decisiones mientras el Papa está en la imposibilidad de ejercer sus funciones?
Según algunos órganos de información, actualmente es el Cardenal Segretario de Estado (Primo Ministro de la Santa Sede) que tiene un verdadero poder político en el Vaticano, fuerte en su rol estratégico, el Cardenal tiene acceso directo al Papa incluso durante su hospitalización y continúa gestionando los delicados documentos diplomáticos de la Iglesia.
Fuentes cercanas al Vaticano informan que el Cardenal no sólo tiene la tarea de garantizar la continuidad del gobierno, también filtra las informaciones y toma decisiones en colaboración con los más estrechos colaboradores del Pontéfice.
Su poder es, por lo tanto, central en la gestión durante la ausencia del Papa.
- RODOLFO FAGGIONI
- PERIODISTA Y CORRESPONSAL EN ITALIA. MIEMBRO EFECTIVO DE PRENSA INTERNACIONAL
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