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Marco Antonio Aramayo Caballero (54) falleció a las 05:40 de este martes, 19 de abril, en la sala de terapia intensiva del Hospital Cotahuma, de La Paz, tras sufrir un segundo paro cardiorespiratorio.
Se trata del exdirector del Fondo Indígena, que fue posesionado por el entonces ministro de Economía y ahora presidente, Luis Arce, mediante la resolución suprema 10483 del 4 de septiembre de 2013.
“El compromiso que les doy es de trabajar en nuestra casa grande, que es el Fondo Indígena, y convertirlo en instrumento liberador de nuestros pueblos”, dijo tras jurar con el puño izquierdo en alto, instando unidad y anticipando “transparentar la gestión”.
Era hijo de Andrés Aramayo, que murió hace algunos años, y Jovita Caballero, que todavía vive en Cuevo, provincia Cordillera del departamento cruceño. Estudió en Cochabamba, después la carrera de Economía en Santa Cruz y siempre trabajó con los pueblos indígenas originarios.
“Su sueño era poder volver a su tierra, estar con su familia, nos decía que quería volver para hacerse un churrasquito, esas eran sus palabras. Era un hombre con valores, de ética, que no se vendía, siempre iba por el camino correcto”, contó a EL DEBER uno de sus hijos.
Aramayo tiene otros tres hermanos, también ejerció como profesor de guaraní, trabajó para la Gobernación de Santa Cruz y luego se dedicó a capacitar a los pueblos indígenas, siendo invitado por esas organizaciones del oriente para asumir el cargo en el Fondo Indígena.
“Él nunca pensó que la entidad y los pueblos indígenas que tanto quería le iniciaran tantos procesos, por cosas de las que no era responsable. Su papá, mi abuelo, Andrés Aramayo, falleció, y mi padre estaba detenido, no pudo despedirse de una manera adecuada y ahora le toca reunirse con él”, agregó el hijo, que prefirió no dar su nombre.
Anunció que los restos mortales de Marco Antonio serán trasladados en las próximas horas a Santa Cruz, donde serán enterrados. “Cumpliremos su sueño que era volver a su tierra, estamos recolectando ayuda para cumplir su sueño, volver a Santa Cruz”, acotó.
Los datos indican que Aramayo permaneció siete años detenido preventivamente; se le abrieron 256 procesos en su contra, llegó a permanecer en 56 cárceles e incluso fue cautelado 14 veces en un mismo día, sufriendo “tortura” y “humillación”, de acuerdo al Instituto de Terapia e Investigación (ITEI).
“El 7 de enero de 2016, hice una denuncia contra Achacollo y ahí me aislaron otra vez. En cada denuncia que hacía en contra del gobierno de Evo Morales y sus ministros me llovían las cautelares, las notificaciones y los traslados. Son innumerables las veces que fui castigado, aislado a Chonchocoro, El Abra, Palmasola, Mocovi, a Cobija a Villa Busch. Y así, no le daban tranquilidad a mi vida”, contó Marco, quien constantemente era trasladado para asistir a audiencias en diferentes regiones del país, pese a su cuadro de hipertensión y diabetes.
//FUENTE: EL DEBER//