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Redacción VISOR21
El Colegio Alemán Mariscal Braun es el centro de una polémica judicial que podría destapar una larga cadena de abusos sexuales a menores. La parte legal del establecimiento alega que se hace el seguimiento a cada caso en el Ministerio Público, mientras madres de familia consideran que no se actuó con prontitud y que existen antecedentes en este tipo de denuncias.
La abogada Audalia Zurita explicó este jueves, tres de esas denuncias y descartó que el colegio haya incurrido en encubrimiento, ya que dos de los casos están en proceso y uno se descartó previamente.
Sobre un primer caso, la abogada dijo que nadie en el colegio tuvo conocimiento de la denuncia antes del 8 de abril y tras la difusión de los hechos, aquello se denunció ante el Ministerio Público con el colegio en calidad de víctima, con dos porteros ya procesados.
El Colegio Alemán se ve afectado por la difusión de las denuncias, sobre todo por las redes sociales, y su plantel docente y administrativo, dijo la abogada. Zurita pidió que se traten estos casos con mayor mesura para cuidar la imagen de las profesionales y del establecimiento.
Sin embargo, una madre de familia desmintió a la abogada y con documento en mano mostró que el apersonamiento del colegio se dio mucho después de la audiencia de medidas cautelares que se le dio a uno de los porteros, que concluyó con tres meses de prisión en San Pedro, mientras la cita judicial para el segundo implicado es para este viernes.
La madre de una de las niñas de kínder afectada, también cuestionó que el colegio haya catalogado ese caso como “acoso” en un primer comunicado, siendo que se trata de abuso sexual, tal como ya evidencian las investigaciones y como reconoció el mismo establecimiento en un segundo pronunciamiento público del 21 de abril.
En otro caso, Zurita dijo que no hubo “apariencia de delito”, pues se trata de relaciones íntimas entre una pareja de adolescentes, ambos de 14 años, que fue consensuada. Sin embargo, la familia de la supuesta víctima hizo la denuncia en la Defensoría de la Niñez y la Fiscalía, y el caso ya se encuentra en etapa de juicio.
En ese sentido, la abogada negó que el denunciado y estudiante esté siendo beneficiado por el colegio para cursar sus clases en ese establecimiento con normalidad o que se revictimice a la joven al obligarla a estar junto al presunto agresor.
“El colegio ha convocado a los padres de familia de ambos adolescentes y se pudo evidenciar que hubo consentimiento, pero la madre interpuso la denuncia por violación y el colegio proporcionó a la Fiscalía toda la documentación, incluso la valoración interna que se realizó”, explicó.
Finalmente, un tercer caso que data de 2022, implica la denuncia sobre una niña que dijo haber tenido un encuentro con alguien de “mandil blanco” y en una “casita”, ambos elementos inexistentes en el colegio. El establecimiento contrató a una especialista psicóloga que hizo la evaluación con la pequeña y no encontró ninguna evidencia concreta de esos hechos. La madre de la niña, luego, retiró la denuncia y pidió disculpas al colegio. Empero, se conoce que el caso se volvió a activar.
La madre de familia de la primera denuncia lamenta que el colegio actúe de forma tardía o trate de minimizar las denuncias de las menores. Aseguró que existen hasta siete víctimas y testigos de estos vejámenes cometidos por personal del establecimiento y cuestionó que las profesoras no hayan cuidado a las niñas a su cargo, sobre todo de los cursos cercanos a los baños, donde se presume ocurrió esta serie de abusos.
La versión de la madre de familia concuerda con la información del fiscal Julio Porcel sobre media docena de casos conocidos. La abogada externa del colegio niega ese extremo y pide que en caso de existir más víctimas, estas formalicen las denuncias, pero que no se empañe el nombre de esa institución educativa.