Llegaron 21 horas después de la partida el viernes desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA.
Con este paso la NASA se unió a Rusia en la recepción de huéspedes al destino turístico más caro del mundo.
Es el primer vuelo chárter privado de SpaceX al laboratorio orbital después de dos años de llevar astronautas allí para la NASA.
La cápsula se elevó a la órbita por el cohete acoplado a la estación alrededor de las 8:30 a. m. EDT (12:30 GMT) del sábado mientras los dos vehículos espaciales volaban aproximadamente 250 millas (420 km) sobre el Océano Atlántico central. La NASA transmitió en vivo el acoplamiento.
La aproximación final se retrasó por una falla técnica que interrumpió una transmisión de video utilizada para monitorear el encuentro de la cápsula con la estación. El problema obligó a hacer una pausa y mantener su posición a 20 metros de la estación durante unos 45 minutos mientras el control de la misión solucionaba el problema.
El cohete había despegado el viernes. Viajan un estadounidense, un canadiense y un israelí que dirigen empresas de inversión, bienes raíces y otros sectores. Cada uno pagó 55 millones de dólares por el viaje en cohete y el alojamiento, con todas las comidas incluidas.
Como regalo para los siete anfitriones en la EEI, los cuatro visitantes llegarán con paella y otros platillos de la cocina española preparados por el chef José Andrés. El resto de su tiempo en la base orbital deberán comer los alimentos liofilizados de la NASA.
Una vez logrado el acoplamiento, se esperaba que el proceso tardara unas dos horas más en presurizarse y comprobarse si había fugas antes de que se pudieran abrir las escotillas, lo que permitiría a los astronautas recién llegados subir a bordo de la estación.
Rusia ha estado recibiendo a turistas en la estación espacial —y anteriormente en la estación Mir— desde hace décadas. Apenas el otoño pasado, un equipo de cineastas rusos visitó el laboratorio orbital, seguido por un magnate de la moda japonés y su asistente.
La NASA finalmente ha hecho lo propio, luego de años de oponerse a la presencia de turistas en la base orbital.
El equipo multinacional, que planea pasar ocho días en órbita, fue dirigido por el astronauta retirado de la NASA Michael López-Alegría, de 63 años, nacido en España, vicepresidente de desarrollo comercial de la compañía.
Su segundo al mando fue Larry Connor, un empresario de bienes raíces y tecnología y aviador de acrobacias aéreas de Ohio designado como piloto de la misión. Connor tiene unos 70 años, pero la compañía no proporcionó su edad precisa.
“Ha sido un viaje increíble y esperamos con impaciencia los próximos 10 días”, expresó luego de entrar en órbita el exastronauta de la NASA Lopez-Alegria.
Los boletos de los visitantes incluyen el acceso a toda la estación espacial, salvo a la parte rusa, para lo cual requerirán la autorización de los tres cosmonautas a bordo. En el laboratorio orbital ya se encuentran tres estadounidenses y un alemán.
Lopez-Alegría dijo que tiene pensado evitar hablar de política y de la guerra de Ucrania mientras esté en la estación espacial. “Sinceramente, creo que no será incómodo. Digo, tal vez un poco”, agregó. Espera que el “espíritu de colaboración salga a relucir”.
La empresa privada Axiom Space organizó la visita con la NASA a nombre de sus tres clientes: Larry Connor, de Dayton, Ohio, que dirige la firma Connor Group; Mark Pathy, fundador y director general de Mavrik Corp., de Montreal; y el israelí Eytan Stibbe, expiloto de combate y socio fundador de Vital Capital.
Antes del vuelo, el entusiasmo de los turistas era evidente. Stibbe dio unos pasos de baile al llegar a la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy.
SpaceX y la NASA han sido francos con ellos acerca de los riesgos de los vuelos espaciales, aclaró Lopez-Alegria, quien hace 15 años pasó siete meses en la EEI.
“No hay ninguna duda, supongo, sobre cuáles son los peligros o sobre cómo podrían ser los días malos”, expresó López-Alegria a The Associated Press antes del vuelo.
La jefa de operaciones espaciales de la NASA, Kathy Lueders, dijo que hay mucho que aprender de esta primera visita por parte de turistas en un vuelo estadounidense. “Pero este despegue ha sido un gran comienzo”, agregó a los periodistas.
Cada uno de los visitantes realizará diversos experimentos durante su estancia, una razón por la que no les gusta que los llamen turistas espaciales.
“No están allá arriba para pegar su nariz a la ventana”, aseguró Michael Suffredini, cofundador y presidente de Axiom, quien anteriormente fue jefe de programas de la estación espacial para la NASA.
Los tres empresarios son los últimos en aprovechar la apertura en el espacio para aquellos visitantes con mucho dinero. La compañía de cohetes de Jeff Bezos, Blue Origin, está llevando clientes en viajes de 10 minutos hasta el borde del espacio, mientras que Virgin Galactic espera comenzar a llevar turistas en su nave espacial a finales de este año.
El vuelo del viernes es el segundo chárter privado de SpaceX de Elon Musk, que llevó a un multimillonario y sus invitados en un viaje orbital de tres días el año pasado. El quinto vuelo de astronautas de la NASA de SpaceX a la estación se realizará en apenas un par de semanas más.
Axiom tiene como objetivo ejecutar su segundo vuelo privado a la EEI el año próximo. Seguirán más viajes de clientes y Axiom agregará sus propias habitaciones al complejo orbital a partir de 2024. Después de unos cinco años, la compañía planea separar sus compartimentos para formar una estación autosuficiente, uno de varios puestos comerciales destinados a reemplazar a la base orbital internacional una vez que sea dada de baja y que la NASA cambie sus prioridades a la Luna.
//VISOR 21 ES UN MEDIO DE COMUNICACIÓN AFILIADO A LOS SERVICIOS
INFORMATIVOS INTERNACIONALES DE LA VOZ DE AMÉRICA – BBG DIRECT//