La guerra le ha pasado factura a Rusia en lo económico, cultura y deportivo. Naturalmente el sector turístico tampoco podía salir ileso. Y no se trata solo del bloqueo del espacio aéreo a las aerolíneas rusas en casi todo el hemisferio occidental y la respuesta de Moscú en la misma medida contra las líneas aéreas de cerca de 40 naciones.
Si alguien logra llegar a alguna ciudad rusa por algún medio como la estatal venezolana Conviasa –única aerolínea que ha incrementado los vuelos hacia este destino en medio de la guerra– conseguir hospedaje será casi una misión imposible. La mayoría de las plataformas de alojamiento en línea como Airbnb, Booking, Expedia y Despegar tienen bloqueadas las reservas en Rusia. En contraste, el viajero se encontrará con un fenómeno curioso si busca hospedaje en Ucrania en medio de la invasión rusa: una amplia oferta hotelera y una alta demanda. ¿Por qué?
Naturalmente cualquiera esperaría encontrar precios muy bajos en los hoteles de un país en guerra. Y efectivamente así es. En booking.com, por ejemplo, se encuentran alojamientos en Kiev desde 8 dólares por noche. También hay opciones más lujosas que se acercan a los 100 dólares. Casi todas ofrecen cancelación gratuita. Pero lo que a cualquiera toma por sorpresa es observar que la mayoría de los establecimientos señala que tan solo queda una o dos habitaciones disponibles al precio mostrado.
Esta plataforma de reservas de alojamiento incluye la advertencia de que “actualmente hay un conflicto armado en este lugar, que puede suponer un aumento de riesgo para la seguridad y los derechos humanos tanto de los clientes como de las comunidades locales”.
Adicionalmente, hay hoteles como el Boutique Apart-Hotel Sherborne, en Kiev, que ofrece un refugio antibombas, por lo que se puede presumir que las personas con mayor poder adquisitivo están tratando de asegurarse un lugar para protegerse de los bombardeos de las tropas invasoras rusas. Sin embargo, este alojamiento aclara que dicho refugio está disponible para todo el mundo, no solo para los huéspedes.
Huéspedes que no tiene intención de hospedarse
Por otro lado, los anfitriones de Airbnb en la capital ucraniana están recibiendo un inusual alto número de reservas en plena guerra. Un fenómeno que a simple vista parece difícil de explicar. No obstante, CNN aclara que se trata de una campaña creativa en las redes sociales para facilitar la donación de dinero a los ucranianos asediados por el ataque ruso. Quienes reservan son supuestos huéspedes que en realidad no tienen intención de hospedarse en estos sitios. Tan solo quieren apoyar financieramente y de forma directa a afectados por la guerra.
“Hoy llegaron más de 10 reservas. Esto fue sorprendente, es un gran apoyo en este momento”, dijo una persona de 36 años de nombre Bondarenko, entrevistado por la cadena de televisión estadounidense. El reporte agrega que según un portavoz de Airbnb, solo entre el 2 y 3 de marzo, huéspedes de todo el mundo reservaron más de 61000 noches en Ucrania. Más de la mitad fueron hechas desde Estados Unidos.
Los organizadores de la campaña han instado a los donantes a asegurarse de que los anfitriones sean personas naturales y no empresas, para que la ayuda económica llegue de manera directa. También han sugerido reservar habitaciones lo más cerca posible a la fecha de check-in para garantizar que la donación se reciba más rápido, considerando que normalmente Airbnb emite los pagos 24 horas después del registro de los huéspedes.
Muchos agregan a la reserva un comentario, que en este caso suele ser un mensaje de aliento ante la guerra, como lo hizo un supuesto huésped de nombre Daniel:
«Espero que usted y su hermoso apartamento estén a salvo y que esta horrible guerra haya terminado… y Ucrania esté a salvo. Iré a verlo un día, por favor cuente con ello, y me quedaré con usted cuando lo visitemos. Dios lo bendiga y que Dios esté con usted, su ciudad, su país».
//FUENTE: PANAM POST//