RODOLFO FAGGIONI

En la actualidad el árbol de Navidad es uno de los simbolos más importantes de las fiestas navideñas. Generalmente se trata de un abeto con decoraciones y luces Su origen es muy antiguo tanto es cierto que era usado por culturas prehistóricas. Los romanos decoraban sus casas con ramos de pino durante el período de ianaurios (enero, el mes dedicado al dios Ianus). Los Celtas usaban árboles de hojas verdes pernennes durante el solsticio de invierno, los vikingos adornaban sus casas con un pino rojo esperando el regreso del sol y de la fertilidad de la tierra. Fue durante la llegada del cristianismo que el uso del árbol se convirtió predominante durante las fiestas. En los siglos I e II de la Era Cristiana se prefirió usar el acebo en recuerdo de las espinas de la corona de Cristo y las bayas rojas que simbolizaban la Sangre de Nuestro Señor. En la Biblia el árbol es un elemento fundamental porque se habla del árbol de la vida, que se encontraba en medio del paraíso terrenal. Durante la Edad Media, algunos pueblos paganos veían en el árbol el símbolo de Cristo y de la Iglesia

En la cultura de Europa del Norte el árbol es muy importante, sobre todo los abetos y los pinos de montaña o pino moro, porque son árboles siempre verdes. En 1441 en Estonia y precisamente en Tallinn se hizo el primer uso del árbol según la concepción moderna, mientras que en Raekoja Plats en la Plaza del Municipio se levantó un enorme abeto que fue visto como un árbol propiciatorio para los solteros. La tradición fue recuperada en el siglo XVI en Alemania, dónde los árboles fueron decorados con fruta seca. Siempre en Alemania, durante la Edad Media, el árbol fue asociado a un juego, la noche del 24 de Diciembre se jugaba a “Adan y Eva”. Se llenaban las plazas y las iglesias de árboles de fruta recreando el ambiente del “Paraíso Terrenal”, con el tiempo los árboles de fruta fueron substituídos por abetos porque los consideraban mágicos por el simple motivo que siendo siempre verdes, según la tradición, Jesús se refugió entre este tipo de árbol para huír de sus enemigos.

En el siglo XVII el árbol comienza a entrar a las casas particulares. En 1816 en Austria, principalmente en Viena, durante las fiestas de Navidad el árbol se encontraba en las principales plazas y en Francia en 1840 se eleva un gran árbol adornado en Plaza de la Concordia. En Gran Bretaña los primeros árboles de Navidad datan del siglo XIX por deseo de la soberana Victoria y del príncipe Albert de Sajonia de orígen alemán que decidió introducir el árbol en las propias habitaciones, su uso se difundió velozmente en todo el Reino Unido.

En el resto de Europa, en los primeros años del siglo XX los árboles de Navidad conocieron una gran difusión, volviéndose el símbolo tipico de Navidad.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el uso del árbol de Navidad se extendió en casi todo el mundo, no hay plaza donde no se haya instalado un árbol de Navidad. En Roma, precisamente en Plaza San Pedro, por antigua tradición, se emplaza un enorme abeto regalado por un país europeo. Este año el tradicional y mejestuoso árbol con 200 años de antigüedad, ha sido donado por la ciudad de Rosello, en la Región de los Abruzos (Italia), es un abeto blanco alto 26 metros y tiene una circunferencia de 10 metros.

RODOLFO FAGGIONI

Periodista y Corresponsal en Italia. Miembro efectivo de Prensa Internacional

*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21