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La Alta Comisionada Interina para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Nada al-Nashif, destacó este lunes la creciente desesperación de millones de personas atrapadas en un ciclo interminable de violaciones de derechos humanos, violencia e inestabilidad política en docenas de países de todo el mundo.
“Tras la reciente reanudación de las hostilidades en el norte de Etiopía, me alienta el anuncio hecho ayer por las autoridades de Tigray de su disposición a acatar una cesación inmediata de las hostilidades y a participar en un sólido proceso de paz bajo los auspicios de la Unión Africana. Insto a las partes a tomar medidas inmediatas para poner fin a la violencia de una vez por todas, y a optar por un diálogo constructivo y genuino”, dijo Al-Nashif durante la 51ª sesión del Consejo de Derechos Humanos.
Abordó, además, el empeoramiento de la situación en numerosos países de África, entre ellos Burkina Faso, Burundi, la República Centroafricana y Malí. Ofreció un raro rayo de esperanza con respecto al conflicto de casi dos años en la provincia de Tigray, en el norte de Etiopía.
Al-Nashif se detuvo extensamente en los niveles insoportables de violencia y abusos contra los derechos humanos por parte de bandas fuertemente armadas en Haití. La oradora pidió a la comunidad internacional que ayude a contener el flagelo de la violencia en ese país.
Sin embargo, solo hizo una referencia pasajera al encarcelamiento en China de más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas en los llamados centros vocacionales. Esto a pesar de las crecientes demandas de los activistas de derechos humanos para un debate especial sobre este tema en el Consejo.
“El 31 de agosto, mi Oficina publicó su evaluación de las preocupaciones por los derechos humanos en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang de China, con recomendaciones al Gobierno y otras partes interesadas”, dijo.
Condena a Rusia por la invasión
La Alta Comisionada interina, fue más firme en sus críticas a las acciones de Rusia destinadas a sofocar la oposición interna a su guerra en Ucrania.
“En la Federación de Rusia, la intimidación, las medidas restrictivas y las sanciones contra las personas que expresan su oposición a la guerra en Ucrania socavan el ejercicio de las libertades fundamentales garantizadas constitucionalmente… Las presiones contra los periodistas, el bloqueo de los recursos de internet y otras formas de censura son incompatibles con el pluralismo de los medios y violan el derecho de acceso a la información”, observó.
Al-Nashif dijo que la guerra en Ucrania continúa y que el sufrimiento de la población civil continúa. Señaló que las graves consecuencias socioeconómicas de la guerra también persisten. Esto, dijo, ha resultado en una grave escasez de combustible y amenazas a la seguridad alimentaria en algunos de los países más pobres del mundo.
Agregó que la devastación causada por la guerra en Ucrania se discutirá más adelante en la sesión.
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