Durante muchos años, el MAS ha gobernado el país a su antojo, lo cual explica la situación de miseria actual. Queda claro que los grandes responsables de esta situación son los opositores, que han hecho poco o nada para evitar la destrucción del país, lo que pone en duda su misma existencia.
El MAS solo ha tenido problemas de gobernabilidad y para imponer su libre voluntad en su primera gestión, cuando la oposición era liderada por “Tuto” Quiroga. Es propicio recalcar que esta primera gestión se caracterizó porque el MAS contaba con mayoría parlamentaria, pero no con los 2/3 necesarios para actuar como le plazca, situación que se repite en la presente gestión de gobierno. Tanto en las gestiones 2010-2014 como en 2014-2019, el MAS sí contó con los 2/3, por lo que la oposición no tenía mucho que hacer.
La pérdida de los 2/3 para la gestión 2020-2025 hizo sentir al MAS que sería una gestión dura y que tendría que pactar para tener gobernabilidad. Si bien el MAS ha tenido problemas de gobernabilidad en el Legislativo, esto es producto de la división entre “arcistas” y “evistas”; nada tiene que ver la oposición que, para colmo, en muchas ocasiones ha obrado a favor del gobierno, aprobando leyes y créditos.
La oposición actualmente está conformada por Comunidad Ciudadana y Creemos; son las únicas organizaciones políticas que cuentan con representación legislativa y alcance nacional. Creemos pasa a un rol secundario, ya que no es la fuerza opositora mayoritaria y su alcance nacional no es tan grande, por lo que ponerlos como los opositores principales sería un error. Comunidad Ciudadana (CC) tiene la gran ventaja de que el MAS no cuenta con los 2/3, por lo que debería complicar al “masismo”. Vemos que no es así, y que más bien el MAS ha “abusado” repetidamente de su poder, sin que nadie lo detenga. No es exagerado decir que el MAS “abusa” de manera total y traumática a los legisladores de Comunidad Ciudadana; son palizas humillantes y denigrantes que nos hacen plantearnos si en realidad existe oposición. Para hacerse una idea, el maltrato a Comunidad Ciudadana es similar al que sufre nuestra selección de fútbol cuando juega de visita o a la paliza que le propina “Sony” a su cuñado Carlo, en la aclamada película “El padrino”.
Ni un triunfo ha tenido CC en lo que va de gestión, está como “adorno” en el congreso y tienen hartos a los bolivianos con su incapacidad. Si esta gestión ha sido compleja para el Ejecutivo es por la división del MAS; curiosamente, resultó ser el ala evista la “verdadera oposición”, y si bien son igual de atroces que el arcista, aunque sea logra detener la aprobación de créditos, que es algo que no podemos aceptar más. Basta de deuda y basta de despilfarro.
Me queda claro que no tenemos oposición en este momento. Comunidad Ciudadana ha sido tan maltratada que es una vergüenza que piensen en repostularse; son igual que el MAS en líneas ideológicas e incapacidad. La oposición también ha pecado con la pérdida de principios ideológicos y doctrina, no hay propuestas atractivas y hace tiempo que han perdido la capacidad de “seducir” al elector. La política debe hacerse todos los días, no solo un año antes de las elecciones. Hay que tener bien consolidado al “voto duro” y a la militancia, para de esta forma salir a “palestra” en cualquier momento. Si la oposición se hubiera armado bien, hoy podrían ir a competir a las elecciones en cualquier momento; es más, se pediría a gritos que se adelanten las elecciones, pero esta figura no les conviene ya que nada tienen trabajado y los perjudicaría.
Soy partidario de que Arce debe renunciar, viendo su incapacidad para proteger a los bolivianos y su omisión ante la crisis. Desgraciadamente, al no tener una oposición real en Bolivia, la renuncia de Arce solo beneficiaría al ala evista.
- FABIÁN FREIRE
- ESCRITOR. ESTUDIANTE DE CIENCIAS JURÍDICAS. COLUMNISTA EN EL DIARIO.
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