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Las autoridades nicaragüenses anunciaron el jueves la conformación de la universidad estatal Casimiro Sotelo, la cual operará en las propiedades confiscadas a la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), en Managua.
El Consejo Nacional de Universidades (CNU) controlado por el gobierno del presidente Daniel Ortega realizó una sesión en donde anunció que con ello se pretende garantizar la “continuidad educativa de los estudiantes de la extinta UCA”.
La Universidad estatal que llevará el nombre de Casimiro Sotelo, en honor a un rebelde universitario que fue asesinado a balazos en 1967 por la Guardia Nacional, leal al entonces presidente Anastasio Somoza Debayle, sería la quinta casa de estudios creada por el gobierno en los últimos tres años.
Con ello, según los críticos al gobierno de Ortega, como el líder estudiantil Lesther Alemán, “el régimen busca sofocar” la inconformidad que deja el despojo de la universidad jesuita UCA.
“Les incomoda una sociedad preparada y crítica, por ello se escudan en la confiscación para regresarla al pueblo romantizando con el discurso de clase que no aplica dado que la familia [Ortega-Murillo] son los nuevos ricos de Nicaragua”, dijo Alemán.
Sobre el nombre de la Universidad, Alemán indicó que Casimiro fue un dirigente estudiantil en su momento que estudió en la UCA y que a su criterio en la actualidad estaría “indignado” con lo que ocurre.
“Supongo que sería una afrenta para él, porque creería yo que todo aquel que pasa por la UCA hoy se afrenta y se indigna de lo que está pasando, obviamente menos aquellos que viven en su perpetua ignorancia”, sentenció.
El traspaso de la Universidad jesuita a manos del gobierno de Ortega está previsto este jueves en horas de la tarde.
Estudiantes bajo el anonimato expresaron el jueves a la VOA la incertidumbre por lo que representará que la casa de estudios quede en manos del gobierno.
“Tengo miedo de volver a la universidad porque toda la carrera de comunicación se opuso a la dictadura. Somos un blanco. Cientos de estudiantes nos involucramos en actividades e intercambios críticos de la dictadura. Ahora que tendrán acceso a los archivos de la universidad, estamos en peligro si volvemos al recinto”, dijo un joven estudiante de Comunicación Social que pidió el anonimato.
“Podrán ofrecer continuidad, pero no seguridad. Estoy seguro de que, si vuelvo a las aulas, puedo terminar preso o peor. Espero poder terminar mis estudios en el extranjero, pero lo más probable es que tenga que empezar desde cero”, agregó el joven.
EEUU, la ONU y los jesuitas rechazan el cierre
Tras el cierre de la UCA, Estados Unidos se pronunció por medio del vocero adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, quien expresó que esto es muestra de “un espacio cívico asfixiante”.
“La decisión es una señal más de que Ortega y Murillo continúan abrazando el autoritarismo y socavando todas las instituciones independientes en Nicaragua, a pesar de sus esfuerzos, no pueden extinguir la libertad de pensamiento”, expuso Patel.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres dijo que sigue con preocupación los acontecimientos en Nicaragua, particularmente las crecientes tensiones entre el Gobierno y la Iglesia Católica, incluido el reciente cierre de la Universidad Centroamericana (UCA), informó Stéphane Dujarric, vocero de la ONU.
“El secretario general recuerda que el cierre en curso de un centro educativo, alegando preocupaciones de seguridad nacional, debe llevarse a cabo de conformidad con las obligaciones internacionales”, dijo Dujarric.