Moscú sufre uno de los mayores ataques de drones ucranianos, pero los destruye todos

Moscú recibió uno de los ataques de drones ucranianos más grandes desde el inicio de los combates en 2022, según dijeron las autoridades rusas el miércoles, que afirmaron haber destruido todas las aeronaves que se dirigían a la capital.

Rusia destruyó 45 drones ucranianos durante la noche, según el Ministerio ruso de Defensa. Once fueron destruidos sobre la región de Moscú, 23 sobre la región de Bryansk, seis en Belogorod, tres en Kaluga y dos en Kursk.

“Este fue uno de los mayores intentos de la historia de atacar Moscú utilizando drones”, dijo el alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, en su canal de Telegram. Las fuertes defensas en torno a la capital permitieron derribar todos los drones antes de que alcanzaran sus objetivos, añadió.

Algunos canales rusos en redes sociales compartieron imágenes que parecían mostrar cómo defensas antiaéreas interceptaban los drones, lo que hacía sonar las alarmas de autos en la calle.

Alexander Bogomaz, gobernador de la región de Bryansk, dijo que se había producido un ataque “masivo” sobre su región y que 23 drones habían sido destruidos.

Aunque Ucrania se ha visto estancada en un conflicto terrestre en el este de su territorio, donde las fuerzas rusas han ido avanzando despacio a un alto precio para los dos bandos, Kiev también ha atacado Rusia con drones. Ucrania ha golpeado refinerías de petróleo y aeródromos en un intento de debilitar la maquinaria de combate rusa, y también ha atacado la capital en varias ocasiones.

Los ataques de drones se produjeron mientras fuerzas ucranianas avanzan en la región occidental rusa de Kursk.

La audaz incursión en Rusia ha subido la moral en Ucrania con su éxito inesperado y cambiado la dinámica de los combates. Sin embargo, no está claro cuánto tiempo podrá retener Ucrania el territorio que ha tomado en Kursk.

La operación también ha abierto otro frente en una pelea en la que las fuerzas ucranianas ya tenían problemas para abarcar tanto terreno. Ucrania sigue perdiendo terreno en su región industrial oriental del Donbás.

El Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de estudios con sede en Washington, dijo en su reporte diario el martes por la noche que los ucranianos habían hecho más avances en una incursión que ya entraba en su tercera semana.

La agencia estatal rusa de noticias Tass reportó que 31 personas habían muerto desde que comenzó el ataque ucraniano en Rusia el 6 de agosto, según una fuente no identificada en el servicio médico, unas cifras imposibles de verificar. Añadió que 143 personas habían resultado heridas, de las que 79 estaban hospitalizadas, cuatro de ellas niños.

Los ataques ucranianos a tres puentes sobre el río Seym, en zonas que no controla, podrían atrapar a las fuerzas rusas entre el río, el avance ucraniano y la frontera de Ucrania. Los impactos ya parecían estar frenando la respuesta rusa a la incursión en Kursk.

Las tropas ucranianas parecían estar atacando puentes flotantes rusos y equipamiento para ellos en el Seym en una zona al oeste del punto de avance ucraniano, según el centro de estudios en Washington.

Aunque había pocos detalles disponible, Ucrania parecía tratar de impedir que los rusos cruzaran el río.

Imágenes por satélite de Planet Labs PBC analizadas el miércoles por The Associated Press mostraban un incendio considerable en el Seym cerca de la población de Krasnooktyabrskoe.

Las llamas parecían estar en la orilla norte del río el martes, y parecía haber otro incendio en la propia localidad. Esos incendios son habituales tras ataques aéreos y a menudo indican dónde se están produciendo combates.

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