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En el marco del XXVI Encuentro de Obispos del oriente boliviano, que se desarrolla en Santa Cruz, del 14 al 16 de febrero, el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y obispo del Vicariato Apostólico del Beni, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, en la celebración Eucarística de la segunda jornada, reflexionó sobre la presencia del mal en la sociedad boliviana y el pecado que nos ciega.
“Hay que exorcizar la presencia del mal en la sociedad boliviana. Como pastores tenemos la obligación de denunciar el mal. Debemos seguir el camino indicado por el maestro, quien vino a abrir los ojos de los ciegos con su Palabra poderosa. También nosotros tenemos que abrir ojos denunciando el mal que se apodera de los corazones”, señaló.
El Obispo dijo que el pecado necesita quién lo denuncie por la tendencia a ser sutil, camuflarse y dejar ciegos, pidió ver la realidad y escuchar a los profetas, que molestan siempre y por ello, las fuerzas del mal y quienes las sirven, intentan acabar con los profetas. “Hoy estamos viviendo una peligrosa tendencia en el país, en Latinoamerica y en el mundo, a acabar con las voces disidentes, las voces que dicen la verdad, o que expresan opiniones diferentes”, dijo.
Remarcó la necesidad de “exorcizar la presencia del mal en la sociedad boliviana”, afirmando que como pastores tienen la obligación de denunciar el mal y exhortando a abrir los ojos, denunciando el mal.
“Tenemos que decir un rotundo no a los nuevos totalitarismos camuflados de doctrinas liberadoras, pero que en realidad discriminan y esclavizan. Hay que abrir los ojos de nuestro sufrido pueblo para que deje resentimientos y odios y camine hacia la paz y el progreso. Para que no confunda la necesaria búsqueda de una mayor libertad y justicia con las ideologías sectarias y que no hacen sino dividirnos”, manifestó.
//FUENTE: CEB//