Boliviana de Aviación (BoA) enfrenta desafíos significativos, tal cual el modelo económico social comunitario y productivo que la financia. A pesar de su dominio del mercado con más del 85% de participación y tarifas de monopolio, ha acumulado pérdidas que superan los 100 millones de dólares. Además, la frecuencia de incidentes técnicos, cancelaciones y retrasos ha afectado su credibilidad que, según datos de Infobae, tuvo 580 vuelos cancelados y 2.030 retrasos en el 2024.
En respuesta, BoA ha nombrado un nuevo gerente general y el Ministro de Obras Públicas ha asegurado públicamente que el 90% de los vuelos cumplen con los horarios, información replicada por la prensa sin verificación independiente. También se señaló que con la presencia de 11 otras aerolíneas en Bolivia y la posible próxima incorporación de FlyBondi (Argentina) y Arajet (República Dominicana), no hay monopolio aeronáutico en Bolivia.
La cuestión central es si la incorporación de más aerolíneas en Bolivia mejorará la experiencia del cliente, ofreciendo precios competitivos, mayor conectividad, mejor servicio y seguridad. En resumen, si un mayor número de aerolíneas garantiza un mejor servicio.
Según Brújula Digital (27 de febrero de 2025), el proceso para obtener una licencia de operación ante la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) se centra en cuatro requisitos: solicitud, reuniones, documentación técnica y demostración de capacidad operativa. Este proceso, carente de evaluación cualitativa, se reduce a trámites burocráticos para aerolíneas ya establecidas como FlyBondi y Arajet.
Las empresas matrices y controlantes de ambas aerolíneas están registradas en el Reino Unido y según información obtenida de Companies House de ese país, han incumplido con la presentación de sus estados financieros desde 2022, a pesar de la obligación de hacerlo dentro de los plazos establecidos. Por lo tanto, se desconocen sus actuales accionistas, así como la verdadera situación patrimonial y financiera que tienen para respaldar y garantizar la continuidad de sus operaciones.
Arajet generó controversia en 2023 al enfrentar una fuerte oposición ante el Departamento de Transporte de los Estados Unidos, durante su solicitud para operar vuelos a ese país. Las acusaciones en su contra fueron tan diversas como serias: presunta corrupción, el uso de influencias indebidas, la participación del Ministro de Vivienda dominicano como accionista, dudas sobre la suficiencia de su cobertura de seguros, y cuestionamientos sobre su estatus como empresa dominicana debido a su compleja estructura accionaria que involucra fondos extranjeros y entidades offshore con propiedad difícil de rastrear. En esencia, se puso en duda la transparencia de su organización accionaria y financiera.
Además de la falta de transparencia financiera de su empresa matriz, Flybondy Limited, registrada en el Reino Unido, al no entregar estados financieros desde 2022, Flybondi muestra serias deficiencias en su puntualidad. A finales del 2024, la situación de Flybondi generó la intervención de la Secretaría de Transporte de Argentina, según informa el diario La Nación. Dicha entidad exigió a la aerolínea la presentación de un plan correctivo ante las 384 cancelaciones de vuelos que ocurrieron solo durante noviembre.
El sitio web failbondi.fail confirma que la alta incidencia de retrasos y cancelaciones en Flybondi es diaria, superando a todos los otros operadores en el mercado argentino. Frente a la consulta de NoticiasArgentinas.com sobre estos inconvenientes, Flybondi explicó que “el problema no es flota, sino la cadena de suministro de partes … no sabemos cuándo vamos a poder recibir un repuesto, a veces no sabemos si lo vamos a conseguir.”
En este contexto, si estas aerolíneas operaran en Bolivia, es muy difícil vislumbrar beneficios cualitativos para los usuarios. Para que esto ocurra se debe mejor calibrar el procedimiento de obtención de la licencia de operación para incorporar elementos cualitativos de transparencia corporativa y eficiencia operativa.
Así y como está actualmente, MAS tampoco es mejor en el mercado de aeronavegación comercial en Bolivia.
- JOSÉ LUIS CONTRERAS C.
- ECONOMISTA.
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