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El partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen lideraba en la primera ronda de las elecciones parlamentarias de Francia el domingo, según los sondeos a boca de urna, pero el impredecible resultado final se conocerá tras la segunda vuelta de la próxima semana.
El RN ganaría alrededor del 34 % de los votos, según las encuestas a boca de urna de Ipsos, Ifop, OpinionWay y Elabe.
Eso superaba a los rivales de izquierda y centro, incluida la alianza del presidente Emmanuel Macron, cuyo bloque ganaría entre un 20,5 % y un 23 %. Se proyectaba que el Nuevo Frente Popular, una coalición de izquierda reunida apresuradamente, ganaría alrededor del 29 % de los votos, según las encuestas a boca de urna.
Los resultados de la votación, que presentó una alta participación y que estuvieron en línea con las encuestas, daban poca claridad sobre si el euroescéptico y antiinmigrante RN podrá formar un gobierno junto al pro-UE Macron.
Ahora falta una semana de negociaciones políticas antes de la segunda vuelta del 7 de julio. El resultado final dependerá de cómo los partidos decidan unir fuerzas en cada uno de los 577 distritos electorales de Francia para la segunda vuelta.
En el pasado, los partidos de centro derecha y centro izquierda de Francia se han unido para impedir que el RN llegue al poder, pero esa dinámica, llamada “frente republicano” en Francia, es menos segura que nunca.
La decisión del presidente francés este mes de convocar a elecciones anticipadas sumió a su país en la incertidumbre política, provocó conmociones en toda Europa y provocó una venta masiva de activos franceses en los mercados financieros.
La participación en la votación del domingo fue alta, lo que subraya cómo la crisis política de Francia ha energizado al electorado.
Se calculaba que la participación fue de casi el 60 %, en comparación con el 39,42 % de hace dos años, la más alta desde la votación legislativa de 1986, dijo el director de investigación de Ipsos Francia, Mathieu Gallard.
Paria desde hace mucho tiempo, el RN está ahora más cerca del poder que nunca. Le Pen ha tratado de desintoxicar a un partido conocido por el racismo y el antisemitismo, una táctica que ha funcionado en medio de la ira de los votantes contra Macron, el alto costo de la vida y las crecientes preocupaciones sobre la inmigración.
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