“Luchito” de gira

FABIÁN FREIRE

Con el país en plena incertidumbre y crisis, Luis Arce Catacora decidió viajar a Rusia para asistir a un foro intencional y reunirse con el presidente Vladimir Putin. “Luchito” está llevando a cabo una de las peores gestiones presidenciales que se recuerde, de seguir con sus políticas, podría incluso superar la nefasta gestión llevada a cabo por Hernán Siles Zuazo en la década de los ochenta. Su deber histórico es abandonar el modelo masista y pasar a adoptar políticas idóneas para “salir” de la crisis, terminar con el despilfarro y la ineficiencia estatal, acabar de una vez por todas con el socialismo, en caso contrario, a Bolivia le esperan “épocas oscuras”.

No se sabe con seguridad qué le pedirá “Luchito” a Putin, pero hay ciertas cosas que podemos intuir, pues cuando hablamos de Rusia, hablamos del más grande productor de gas del mundo, recurso que le ha dado un gran poder de negociación en el ámbito de la política internacional. Toda Europa depende del gas ruso, y si bien después de la “invasión” a Ucrania, se determinó “castigar” económicamente a Rusia y pasar a buscar nuevas opciones en la importación de gas, la realidad es otra.

Europa está en una encrucijada y se ve amenazada por el poder de Rusia, pero seguirá comprando gas ruso por aún muchos años, por un simple tema de necesidad energética. Muchos países europeos ya han preparado planes complejos para abandonar el gas ruso, pero lo probable es que esto no suceda y sea una mera promesa política. Si al principio parecía que Rusia tenía todas las de perder con el inicio de la guerra con Ucrania, hoy el panorama es distinto, es Europa ahora quien se ve amenazada por el poder ruso y está en una posición “frágil”.

No debemos olvidar que el gobierno de “Luchito” firmó contratos para la explotación del litio boliviano con Rusia y China, algo que seguramente se tratará en la reunión con Putin. Rusia no es un país todopoderoso como China o Estados Unidos, pero cuenta con un “hardpower” notable, es un país que ha ganado mucho poder e influencia gracias a Putin. Después de la disolución de la URSS, Rusia entró en una situación de incertidumbre, la cual terminó cuando Putin asumió el poder y empezó a dotar a su país con directrices claras. No es un país al cual podamos llamar “rico”, desarrollado o incluso una gran potencia mundial, pero abandonar el comunismo los ha puesto en una nueva posición en la geopolítica mundial. Hablamos de un país en desarrollo, con enorme cantidad de recursos naturales, que cuenta con un poder militar notable y un líder capaz, que sabe lo que quiere para su país.

En lo personal tengo un gran respeto por Putin, un líder hábil y astuto que ha dado un rol importante a Rusia en el mundo, después de la caída de la URSS. De igual forma, es un gran diplomático, capaz de llevar buenas relaciones tanto con occidente como con otras potencias en crecimiento fuera del mundo occidental.

Putin es un personaje que ha impulsado a su país y pese a la guerra (que para mí en gran parte es culpa de la insistencia de Joe Biden para que Ucrania entre a la OTAN), está logrando que todos vean a Rusia como una potencia mundial, sin realmente serlo, pues le falta aún mucho en el ámbito económico, así como softpower e incluso poderío militar.

“Luchito” fue a Rusia para dejar en ridículo a Bolivia de nuevo, no solo porque no le llega a los “zapatos” a alguien como Putin, pero también porque va a pedir favores de manera desesperada. Seguramente ofrecerá gran parte de nuestro litio, pero al ver el fin de la era del gas boliviano, pedirá desesperadamente préstamos y negociará la compra de gas ruso con “precios razonables”, precios que otros países probablemente no otorguen. Es incluso capaz de ceder derechos de explotación de gas boliviano a Rusia. Lo que me parece extraño es que estos préstamos y negociaciones se hacen con China generalmente (debido a su gran poder económico), ¿será que tan mal estamos que ni los chinos quieren prestarnos?, qué socialismo nefasto.

FABIÁN FREIRE
Escritor. Estudiante de Ciencias Jurídicas. Columnista en El Diario.
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21