Desde el 21F surgieron varios movimientos o plataformas ciudadanas que se pusieron la camiseta de la defensa de la democracia. Desde entonces, algunas figuras continuaron en la senda del activismo, como María Anelín Suárez, quien fuera fundadora de Las Calles Bolivia, una agrupación ligada a As Ruas de Brasil que en aquel país dio batalla a los gobiernos socialistas del Partido de los Trabajadores (PT).
Actualmente, Suárez es presidenta del Movimiento Ana Barba, una agrupación civil de mujeres cruceñas que plantea rescatar los valores democráticos y el sentimiento nacionalista bajo el lema “Mi Patria es mi hogar”. VISOR21 conversó con esta joven activista montereña, hoy adscrita a la corriente conservadora boliviana.
¿Qué es ser conservador? ¿Hay diferencia con ser liberal?
“Ser conservador es elevar una bandera que protege los valores fundamentales de una sociedad, con base en la familia tradicional como piedra angular. Es importante mencionar que en lo personal soy de la doctrina del conservadurismo liberal, una fusión que permite plantear una corriente a favor del libre mercado, basado en el respeto de la propiedad privada, mas siempre velando en no caer en los excesos.
Se trata de luchar por menos intromisión del Estado con la reducción del aparato Estatal que acaba convirtiéndose en corrupción y nepotismo. Es la lucha por las libertades, la defensa de la libertad individual y los derechos civiles. Es un estandarte por el cual soy conservador liberal”.
¿Por qué hemos llegado a este punto de crisis económica en Bolivia?
“Hemos llegado al punto máximo de la crisis por la falta de conocimiento sobre política y la falta del interés del ciudadano, sobre la importancia de la misma, porque el ciudadano creyó que la importancia era en torno de una campaña electoral y jamás existió la preocupación de entender qué modelo administrativo iría a llevar aquel político en contienda, siendo presa fácil de caudillos, que se disfrazan de democracia y acaba llegando al poder sin una mínima fiscalización de nadie. La reacción entonces fue demasiado tardía. Como respuesta, el pueblo logró una lucha histórica y heroica cuando se unió en contra de un tirano, de Evo Morales, pero esa falta de preparación política provocó el regreso del régimen con más fuerza, porque los actores políticos que asumieron carecían de doctrina y planteamiento político digno para encarar a estas dictaduras socialistas”.
Vemos que existe otra crisis, social y moral, con ejecuciones en el trópico o denuncias de abuso sexual de un expresidente. ¿Por qué estos hechos parecen normalizarse en la sociedad?
“Esto hace parte de la crisis moral que hemos tenido, desde permitir que asuma un caudillo populista, que carecía de una familia estructurada, la gente creyó que los valores eran negociables y con esto se condenó a generaciones de bolivianos a la normalización de estos hechos y de estos crímenes hirientes para la sociedad. En realidad, por eso es que lucho, para que los conservadores tomen las riendas del país y así establecer un gobierno de orden y progreso, y que quien se desmarque de la ley pague con todo el peso de la ley, porque considero que la pacificación viene a través de una verdadera justicia implantada por hombres probos”.
¿Qué soluciones se pueden dar ante todas estas crisis?
“Las soluciones son un cambio de timón, que el ciudadano no peque más de inocente, porque el precio para el país ha sido demasiado alto. La exigencia al político debe ser en capacidad para la toma de decisiones y obviamente, buscar lo opuesto para combatir a esta clase política que más que gobernar nos desgobierna”.
¿Cómo ve a los movimientos y agrupaciones liberales en Bolivia?
“Los movimientos liberales están en ascenso en Bolivia, cada día creciendo, pero deben buscarse más a los otros grupos. Si bien hay varios tipos de movimientos liberales, no hay duda que la fusión conservadora es la que necesita el país, y esa es la verdadera unidad que planteamos en base a una doctrina con principios establecidos”.