LUIS CHRISTIAN RIVAS

La filosofía del liberalismo ha ido transcurriendo en una evolución de ideas que podríamos rastrearlas desde el célebre discurso de Pericles en la antigua Atenas, narrado por Tucídides, donde se dijo: “Tenemos por norma respetar la libertad, tanto en los asuntos públicos como en las rivalidades diarias de unos con otros, sin enojarnos con nuestro vecino cuando él actúa espontáneamente…”, en una suerte de avance con retrocesos, ensayo y error, las ideas iban fluyendo por las obras de los griegos, romanos, la Escuela de Salamanca hasta la Escuela Austriaca de Economía.

Asumiendo, que el liberalismo principalmente se funda, como diría Locke, sobre el respeto de la vida, la libertad y la propiedad privada. Las personas deben respetar el Principio de no agresión a otras personas y sus bienes, exigiendo la libertad negativa que consiste en no coacción, no intervención en la acción humana, “laissez faire – laissez passer”, “dejar hacer y dejar pasar”, siendo el gobierno mediante el Estado un garante de los derechos y principios ante mencionados, un gobierno limitado en tres funciones, a saber: administración de justicia, seguridad interna y externa, finalmente, otorgar la infraestructura adecuada y necesaria para los ciudadanos, estas tres funciones no son menores y generalmente son las más descuidadas. Popper dirá que la Sociedad abierta debe tener leyes y normas que presupongan la asunción al poder del peor de los gobernantes, en esto consistiría el Imperio del derecho y la seguridad jurídica que brinde un ambiente apto para la consecución legítima e individual de la felicidad. En lo económico, no existe servicio, como por ejemplo, la educación y la salud que no sea mejor prestado por el sector privado, además, garantizar la importación y exportación de mercaderías con mercados abiertos, el comercio debe ser libre, dejando de lado la criminalización de los informales calificándolos de contrabandistas, evasores, especuladores, etc. Lo mismo pasa con la privatización de empresas públicas, botín para clientes políticos, ineficientes e ineficaces.

Este puede ser un resumen del ideal liberal, no lo llamamos ideología, porque no está sujeto a dogma, pero estas bases del pensamiento continúan evolucionando todos los días, adaptándose a los avances tecnológicos y hechos históricos acaecidos, así, sostengo que existe un antes y un después en la historia del liberalismo desde la aparición del Libro blanco de Satoshi Nakamoto: “Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Usuario-a-Usuario” (2008), avance dentro del Orden espontaneo, como diría F.A. Hayek, que tiene como antecedentes otras obras y acciones que al ser acumuladas como grano tras grano forman un cúmulo de conocimiento que no se deben a una mente planificadora, el mismo Hayek en 1976 aporta con su obra: “La desnacionalización del dinero” la idea de la separación del Estado de la moneda, eliminar su monopolio, proponiendo la competencia de las divisas, entregando a la soberanía individual la elección del objeto de intercambio, aconsejando incluso, que la emisión de dinero sea privado, posteriormente los cypherpunks preocupados por la pérdida del derecho a la privacidad e intimidad lanzan sendas denuncias como “El Manifiesto criptoanarquista” de Timothy C. May en 1988, en defensa de la privacidad en Internet y contra el “ciberestado”, influido por los anarcocapitalistas decía: “Al igual que la tecnología de impresión alteró y redujo el poder de los gremios medievales y la estructura del poder social, también los métodos criptológicos alterarán la naturaleza de las corporaciones y la interferencia del Gobierno en las transacciones económicas”, posteriormente, el premio Nobel de Economía, Milton Friedman, participó de una entrevista denominada: “The economy’s new clothes” (2000), donde aseguraba que el internet está transformando los negocios reduciendo la presencia del Estado, complicando la recaudación de impuestos por las ventas encriptadas en línea, habló de un mecanismo virtual de intercambio llamado e-cash, anticipándose a las funciones del Bitcóin (Btc).

La tecnología blockchain (web 3) es un mecanismo de orden espontaneo, cuyo producto más exitoso es el Btc, pero también puede ser aplicado en las elecciones democráticas, burocracia del estado, urbanización y registro de propiedad privada, arte y música, origen, autenticidad y rastreo de mercaderías, transmisión y comunicación (streaming), finanzas descentralizadas, medicina, bienes raíces, tokenización, etc., hoy en día, no podemos concebir el ideal liberal sin tomar en cuenta el hito histórico de Nakamoto, gracias a quien eliminamos al intermediario en las transacciones con la descentralización, así limitamos la emisión de dinero contra la devaluación e inflación, entendiendo al criptoactivo digital como el producto más exitoso del capitalismo y la propiedad privada más perfectible hasta el presente.

LUIS CHRISTIAN RIVAS SALAZAR
Abogado y representante del Instituto Libertad, Capitalismo y Empresa – ILCE
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21