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El diputado chuquisaqueño Marcelo Pedrazas (CC), que saltó a la palestra en la controversia con la ministra de Culturas Sabina Orellana por el Centro Cultural La Sombrerería de Sucre, anunció ayer en Cochabamba que se involucrará en el problema del Museo de Historia Natural como parte de una iniciativa para extender sus esfuerzos legislativos de fiscalización a más recintos patrimoniales comprometidos por acción o inacción del Ministerio de Culturas.
Como miembro de la Comisión de Tierra y Territorio de la Cámara de Diputados, Pedrazas vino a Cochabamba a recabar información sobre los avasallamientos perpetrados por grupos criminales que tienen el mismo modus operandi que en la Chiquitanía, según explicó.
El diputado de Comunidad Ciudadana aprovechó su vista para indagar sobre el Museo de Historia Natural en lo que él perfila como “una iniciativa de inspección de centros culturales y repositorios nacionales en litigios de regularización o disputas de propiedad”, que según el legislador incluirán centros culturales en Santa Cruz y el mismísimo museo de Orinoca.
Sobre el Museo de Historia Natural Guillermo Urquidi el legislador opositor opinó que hay un patrón de negligencia institucional que parece repetirse en la mayoría de los conflictos de centros patrimoniales del país: “Instituciones patrimoniales que se le entrega por alguna afinidad a privados sin que existan reglamentos, criterios de auditabilidad o control de las actividades de estos privados, en afectación del carácter público del patrimonio”, indicó.
“En concreto, en el tema del museo Urquidi vamos a asumir acciones concretas que informaremos en el transcurso de las siguientes semanas por haber temas delicados concernientes a la administración, la infraestructura y la ley patrimonial de esta institución que se aprobó en una anterior gestión”, dijo.
“LEGISLAR ES JODER”
Pedrazas recordó que los esfuerzos legislativos para transparentar y regularizar un manejo discrecional y negligente desde el estado a centros patrimoniales le ha merecido amenazas y hasta ataques soeces de la ministra Orellana. Claro que si, la ministra nos ha dejado claro que para ella ‘el trabajo del legislador es joder’ pero no vamos a dejar de hacer nuestro trabajo sólo porque a ella le incomode la fiscalización, señaló.
Respecto al ámbito cultural y más allá de los impases con la Ministra de Culturas, como parte de su trabajo fiscalizador, vino a una primera aproximación a la realidad de esa institución, para luego tomar acciones concretas, “porque existen elementos que llaman poderosamente la atención sobre el manejo de esa institución patrimonial, como de otros centros en Bolivia”, sostuvo.
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