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FABIÁN FREIRE
La realización de primarias se ha vuelto un pedido por gran parte de la ciudadanía y ciertos sectores de la oposición. El objetivo es que a través de éstas se defina un candidato único para derrotar al MAS.
Si bien sacar al MAS es algo fundamental en las próximas elecciones, el movimiento que lo haga debe tener un plan de gobierno muy trabajado, pues es urgente tomar medidas idóneas para salvar el país. De no tener un plan de gobierno bien direccionado, se corre el riesgo de un fracaso prematuro, lo que se traduciría en un retorno del MAS, por lo que el escenario es, sin duda, muy complejo, no hay margen de error.
A través de las primarias, ciertos sectores de oposición están buscando que todos los candidatos se midan previamente y así llegado el momento de los comicios del 2025, haya un solo candidato. Es una estrategia digna, pero totalmente fuera de lugar y propuesta en un momento de crisis y en el cual lo último que se necesita es de nuevo optar por el voto útil.
Para comenzar, las elecciones primarias no tienen sentido en nuestro país, solo sirven cuando hay un sistema de partidos políticos bien organizados y de “tradición”. En Estados Unidos, al tener dos partidos tradicionales, se entiende totalmente la existencia de primarias, son partidos con millones de militantes y múltiples candidatos, hay una alta oferta política. Estas últimas primarias republicanas, las ganó con total contundencia Donald Trump, pero se midió a pesos pesados dentro de su partido, como Ron DeSantis (para mí la cara del partido republicano en los próximos años). Cuando tienes un partido político tradicional, con militancia fiel y con una visión de país bien definida, el sistema de partidos funciona, lo que da sentido a la realización de elecciones primarias.
En Bolivia y en muchas partes del mundo, el sistema de partidos políticos está fallando, esto porque ya no se trabaja en las ideas políticas, en la visión del país, en cómo cautivar al pueblo, en el proyecto de gobierno a largo plazo, sino más bien se ha pasado a optar por el voto útil.
Parte del declive actual de la política global se explica por el deterioro del sistema de partidos políticos, es más común ver alianzas con el único objeto de obtener el poder, pero no tener planes concretos ni a largo plazo; no por nada hoy la política tanto nacional como internacional está en sus “horas más oscuras”, se ha perdido la pasión, habilidad y carisma para transmitir ideas, para crear proyectos a largo plazo y ambiciosos.
En Bolivia, las primarias solo podrían funcionar para el MAS, que es el único partido político bien organizado hace años, aunque para mí es una mega coalición conformada por muchas organizaciones sociales con diferentes ideologías y visiones de país.
La oposición es aún peor, se basa en alianzas y muchas de éstas ni siquiera comparten ideas comunes, el mejor ejemplo de ello es Comunidad Ciudadana, que es una agrupación sin dirección alguna, no por nada todos “le ven la cara”. Las primarias son apoyadas por mucha gente de la oposición sin entender en qué contexto se dan, dentro de un partido político y donde los militantes de ese partido deben decidir quién será el candidato que represente sus ideas. Reitero, no hay partidos políticos en la oposición y menos militancia leal, solo prima la idea de vencer al MAS.
Mucha gente pide que se copie el modelo de las primarias argentinas, un proceso electoral que para mí es un gasto totalmente innecesario. Los bolivianos deben empezar a inspirarse en países prósperos y ambiciosos, no en países como Venezuela o Argentina; sumado a esto, estamos en crisis, gastar en más elecciones es insulso. Las primarias no tienen lugar en nuestro país si no hay partidos políticos fuertes. Los que más apoyan esto curiosamente son agrupaciones nuevas que no tienen chance en las elecciones generales y Carlos Mesa, quien busca ser legitimado como único líder en la oposición, es algo patético.