La Constitución Política del Estado establece en el Articulo 16. II. “El Estado tiene la obligación de garantizar la seguridad alimentaria, a través de una alimentación sana, adecuada y suficiente para toda la población”, lamentablemente la población vive momentos de crisis alimentaria, con colas interminables en la que muchas veces se agarran a golpes por adquirir azúcar, arroz, aceite y los precios de las carnes incrementaron sus precios.
Los Estados miembros de las Naciones Unidas contrajeron dos compromisos importantes con objeto de hacer frente al problema del hambre en el mundo. El primero se suscribió en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA), celebrada en Roma en 1996, en la que 182 gobiernos se comprometieron a “… erradicar el hambre en todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2015”.
Por otro lado, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2 de la Agenda 2030 busca poner fin al hambre y la desnutrición para el año 2030. Para ello, se han establecido las siguientes metas:
Garantizar el acceso a una alimentación sana, nutritiva y suficiente para todas las personas, especialmente los niños.
Acabar con todas las formas de malnutrición, como la desnutrición crónica, el sobrepeso y la obesidad.
Asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos.
Duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos a pequeña escala.
Mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas cultivadas y los animales de granja.
Para lograr estos objetivos, se requiere una acción coordinada y soluciones políticas que aborden las desigualdades, transformen los sistemas alimentarios e inviertan en prácticas agrícolas sostenibles.
Las empresas pueden contribuir al ODS 2 de la siguiente manera:
Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Redistribuir el exceso de alimentos.
Integrar los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos.
Proporcionar condiciones laborales dignas a los proveedores.
Establecer programas de alimentación para empleados.
Hambre y seguridad alimentaria – Desarrollo Sostenible
Establecer programas de alimentación para empleados
“La Seguridad Alimentaria existe cuando todas las personas tienen en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias a fin de llevar una vida activa y sana”.
Lamentablemente en Bolivia, con el aumento (inflación) de los precios de la canasta familiar es un tema de preocupación para la mayoría de las familias, ya que afecta el presupuesto mensual y genera incertidumbre sobre cómo cubrir las necesidades diarias.
Los precios de algunos alimentos de la canasta familiar en Bolivia han aumentado su precio en los centros de abasto, por la falta de políticas públicas que cumplan la seguridad alimentaria:
El arroz, en abril costaba libra Bs.3.- hoy Bs.6.- el quintal de Bs.- 290 a 410.-
El Azúcar la libra Bs.3.- hoy Bs. 5.- el quintal de Bs.- 255.-
Los fideos la libra Bs.- 2,50.-, el quintal Bs.340.-
El aceite el litro se vendía a Bs.9.- hoy cuesta Bs.- 15,-
El kilo de carne de cerdo en abril costaba Bs.-27, hoy llegó a costar más de Bs 40. .-
El kilo de carne de pollo en abril costaba Bs.-14, hoy cuesta Bs.23.-
De acuerdo a los datos de Demografía en Bolivia, la desnutrición crónica afecta al 16% de los niños menores de cinco años. La desnutrición es un problema de nutrición pública en Bolivia, junto con la anemia nutricional, la hipovitaminosis A, los desórdenes por deficiencia de yodo y las enfermedades crónicas. La desnutrición puede causar problemas de aprendizaje, sobrepeso, obesidad, hipertensión o diabetes en la vida adulta, y crecimiento físico y desarrollo motor retardados.
Exigimos, cumplimiento del mandato constitucional, para evitar tener una sociedad, débil, que pueda ser objeto fácil de nuestros enemigos que buscan hacer desaparecer Bolivia.
- ANGÉLICA SILES PARRADO
- Abogada, Ex Asambleísta Constituyente De Bolivia
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