En el sugestivo escenario de la ciudad de Génova, se ha realizado la segunda edición de la prestigiosa muestra de la cerámica artística tradicional italiana: “Tesoros de la Cerámica”.
Actualmente la famosa cerámica artística italiana, está pasando momentos de gran dificultad en sus exportaciones por dos motivos principales. El primero es la depreciación del dólar con el relativo bloqueo del mercado americano. El segundo y tal vez más importante, es la falsificación y clonación de esta antigua arte por parte de productores chinos con pocos escrúpulos, que con su mano de obra barata y costos de producción inferiores a los italianos, están invadiendo el mundo con productos que con el arte de Italia no tiene nada que ver. Han llegado incluso a llamar una localidad china con el nombre de “Deruta”, una de las ciudades italianas más famosas por su producción de cerámica, y que, hasta hace algunos años atrás representaban para el turista amante de Italia, una conquista durante sus viajes a la península.
Las cinco regiones principales de producción, Campania, Sicilia, Umbria, Véneto y Abruzos, junto al Ministerio de las Actividades Productivas, están financiando un proyecto llamado ACTA, con el objetivo de tutelar la Cerámica Artística Tradicional (CAT), garantizando el origen y la autenticidad de la producción.
El clima y la tradición hacen de Italia el mayor productor de cerámicas, favorecen también los depósitos arcillosos que contienen pocos residuos orgánicos, por eso se hallan menos defectos en la producción, tiempos de cocción menores y, por lo tanto, mayor calidad y competividad.
Actualmente la industria italiana de la cerámica exporta el 70% de su producción, lo que le permite seguir dominando el mercado internacional. Aumentar el peso de los mercados internacionales es una estrategia todavía más importante si se tiene en cuenta que la capacidad de absorción de la producción por parte del sector edilicio ha disminuido. Sin embargo la estrategia de mayor apertura a los mercados internacionales debería prestar mayor atención a una adecuada diversificación de los clientes. Por suerte hasta el momento la diversificación de la cerámica artística italiana les ha permitido hacer frente a la caída de la demanda proveniente de Norteamérica con las ventas al este de Europa y Arabia Saudita.
Este sector pertenece a la historia, a la cultura y al arte italiano. El éxito de la producción cerámica se debió a una conjunción de elementos. Los descubrimientos del siglo XVI, propiciaron grandes avances en la cerámica artística. Los mayores centros culturales renacentistas en esa época fueron Italia y Flandes. Los nuevos colores y la técnicas de la pintura hicieron que se extendiera su uso también entre la nueva burguesía. Al avance técnico hay que añadir la fascinación por el oriente. Aparecen entonces las placas de mayólica de colores como el turques, amarillo, violeta y grandes artistas de la época se interesan por este arte o por su ciencia.
El carácter itinerante de los ceramistas italianos, hizo que su arte traspasara fronteras. Niculoso Pisano a finales del siglo XV introdujo la técnica pictórica “a lo italiano” para los azulejos en serie, que durante el siglo XVI se exportaron a cualquier puerto del Mediterráneo, del Atlántico europeo o del americano.
Siempre gracias a los ceramistas italianos y con el desarrollo económico que vivía la región de Amberes se conocieron las vajillas doradas de Manises. La producción cerámica se desarrolló en esta región por más de 250 años y siempre por obra de los artesanos italianos, en Amberes, a principios del siglo XVI aparece la policromía, en modo especial la baldosa polícroma de modelos italianos, así la azulejería se convierte en el aspecto más importante de la cerámica. Las creaciones suntuosas y decorativas para las iglesias, casas señoriales, calles y edificios son muy apreciadas; los azulejos revisten todas las paredes. Esta actividad se extiende poco a poco hacia España, Portugal y Norte de Holanda.
Desde 1625 se asume el color azul como color único en algunas creaciones y comienza la decoración con escenas costumbristas. Hasta el siglo XVIII el principal cliente de los productores fue la Iglesia, que poco a poco se fue alejando de esta temática para adoptar el barroco.
Mención aparte pertenecen las antiguas cerámicas de farmacia de Castelli producidos desde el 1500 hasta inicios del 1800. Se trata de una singularísima producción de vasos para uso farmacéutico en mayólica polícroma, todos con ricos adornos decorativos en forma de papel algo arrollado con la inscripción de las medicinas.
- RODOLFO FAGGIONI
- Periodista Y Corresponsal En Italia. Miembro Efectivo De Prensa Internacional
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