RODOLFO FAGGIONI

Mientras la crisis en Medio Oriente empeora y las bombas siguen cayendo entre Gaza e Israel, Italia  y Europa están preocupadas por el regreso de los llamados “lobos solitarios”.

El ejemplo lo ha dado un terrorista en Bruselas que ha causado la muerte de dos personas en el mismo corazón de la ciudad, no lejos del distrito de Molenbeek-Saint-Jean, donde comenzaron los ataques terroristas que aterrorizaron a Bèlgica, o en Francia con el apuñalamiento mortal de un profesor al grito de “Allah Akbar”

Por este motivo, en Italia los flujos migratorios y las franjas extremas están bajo estricto control, porque de alguna manera podrían esconder señales de peligro para la seguridad nacional.

Por ahora no hay un riesgo inminente -han manifestado autoridades competentes- nada pero debe subestimarse. Por este motivo, tras el ataque a Israel y el inicio del conflicto en Medio Oriente, se han intensificado los planes de seguridad contra lugares sensibles como aeropuertos, autopistas,  edificios públicos, embajadas y estructuras hebraicas como las sinagogas y todos los lugares de reunión y barrios donde hay una mayoría judía.

De todos modos existen riesgos imprudentes de algunos fanáticos como ocurrió en Milán donde un palestino atacó a un policía o en Turin, donde dos egipcios fueron detenidos por instigar odio por motivos raciales, religiosos y étnicos siendo extremamente activos por cuenta del Isis.

Aumentando el nivel de amenaza terrorística en todo el continente europeo, nueve países de la Unión Europea han decidido suspender la libre circulación de los emigrantes prevista por el tratado de Schengen y el fortalecimiento de los flujos migratorios.

Los peligros son los “lobos solitarios” y las células dormidas” que se pueden reactivan, así como las infiltraciones terrorísticas entre los flujos migratorios, los procesos de radicalización “on line” y los sermones incendiarios en las mezquitas.

Hay muchos frentes que monitorear y algunos son difíciles de prevenir, sin embargo, no hay evidencias de riesgo terrorista en Italia, pero la situación es tal que requiere un nivel muy alto de atención ya que la amenaza terrorista a menudo se presenta de manera impalpable, fluida y no siempre definible.

RODOLFO FAGGIONI
Periodista y Corresponsal en Italia. Miembro efectivo de Prensa Internacional
*NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21