El jefe cocalero y presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, sale cada domingo a marcar la agenda de los medios de comunicación y la oposición tanto dentro como fuera de su partido con delirantes declaraciones sobre supuestos planes de conspiración en su contra.
Esta vez, el expresidente que renunció a la Presidencia y huyó de Bolivia en 2019 tras cometer fraude electoral, dijo que “gente de La Paz” le informó sobre dos presuntos planes para desacreditarlo políticamente. El primero referido a una supuesta reunión de altos funcionarios del régimen de Luis Arce que llegaron a Sucre para “negociar” la ampliación del mandato de los magistrados del Órgano Judicial a cambio de inhabilitar al jefe masista para los comicios de 2025.
“Estamos informados. Una delegación de la derecha interna fue a Sucre y acordaron ampliar el mandato de los magistrados a cambio de inhabilitar a Evo; es el acuerdo que tienen”, tuiteó.
La otra “denuncia” que lanzó Morales este domingo señala a la Fiscalía Departamental de La Paz, que tendría un “plan negro” en su contra, pues se pretendería involucrarlo en un caso de narcotráfico junto al exjefe policial Maximiliano Dávila detenido en enero de 2022 y que hoy es investigado en Estados Unidos por sus vínculos con una red internacional de drogas.
“El fiscal William Alave que vino a reunirse con nosotros hasta Villa Tunari y tal vez usó ese encuentro para hacerse nombrar, ahora es el que busca cómo involucrarnos en el caso de Maximiliano Dávila o acusarnos de algún delito con acusaciones falsas”, dijo en su programa dominical de la radio Kausachum Coca que tiene a operadores norteamericanos en su versión en inglés Kausachum News.
Morales revela de forma permanente que tiene gente dentro de los ministerios, la policía, las Fuerzas Armadas e incluso el Órgano Judicial que le brindan información reservada. A toda esa camarilla, el jefe cocalero la llama como “hermanos” o “patriotas” que solo buscan “que se les devuelva el proceso de cambio”.
Para el ministro de Justicia, Iván Lima, las informaciones que esos grupos le dictan a Morales no tienen asidero y menos aún se podría hablar de un “plan negro” que “solamente existe en la imaginación de personas que están desinformando y que le están dando malos rumores, malos chismes y pésima información a un líder histórico de la talla de Evo Morales”.
En el marco de la “división” del MAS, Morales anticipa su candidatura presidencial para 2025 frente a un coyuntural presidente Luis Arce que no cumple con el requisito de antigüedad de militancia que establece el estatuto interno de ese partido para poder ser candidato a la reelección. El actual mandatario fue designado en la candidatura por el propio Morales tras una reunión en Argentina en 2020, antes que su estatuto entre en vigencia según la norma electoral actualizada.
Analistas coinciden en que estas acciones y declaraciones de Morales sirven para mantenerlo vigente en la opinión pública y al tener una estructura representativa en todo el país, conocida como el “ala evista”, Morales ha desplazado a la actual oposición política de las bancadas de Comunidad Ciudadana y Creemos, que a menos de media gestión ya mostraron sus fisuras y desgaste interno.
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