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La fiscal Ilsen Nava determinó pedir el procesamiento penal del policía Víctor Hugo Santelices, por agredir a los periodistas de la Red Unitel, Joel Orellana y Miguel RIvero, el 1 de enero del 2023, durante los conflictos por la detención del gobernador Luis Fernando Camacho.
La representante del Ministerio Público presentó la imputación penal por los delitos de agresiones graves y leves y atentados a la libertad de prensa para que el caso sea remitido ante un juez cautelar y se castigue al responsable.
“ Esta es una señal y un mensaje para que los policías sepan que no tienen licencia para matar”, cita la Asociación de Periodistas de Santa Cruz.
Por su parte, la abogada Raquel Guerrero, asesora de los periodistas, anunció que pediràn la baja inmediata del policía agresor porque la misma fiscal lo considera un peligro para la sociedad.
Asimismo Maggy Talavera, presidente de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz dijo que el fallo abre una luz de esperanza y de justicia considerando que existen 21 denuncias ante los estrados judiciales, cinco procesos disciplinarios contra policías, 52 denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre ellos el Caso Las Londras, que no han sido resueltos.
EL CASO
La imputación se sustenta en los hechos de violencia registrados el primero de enero de este año, luego de la detención del gobernador Luis Fernando Camacho.
Ante la denuncia de los periodistas de Unitel, Miguel Ángel Rivero Manaira y Joel Orellana, el hecho se registró en el segundo anillo zona del Cristo Redentor.
Fue cuando los periodistas fueron alertados sobre la detención de un manifestante, por lo que corren con sus equipos hasta inmediaciones de la iglesia La Santa Cruz.
El camarógrafo Joel Orellana enciende la luz de su cámara de grabación y se pone a grabar lo acontecido, justo en el momento del traslado del ciudadano detenido. “En ese instante pasa un policía de uniforme negro con plomo que con su brazo golpea la cámara. El camarógrafo le reclamó el por qué golpeaba la cámara en su cabeza, hecho que alteró al oficial, quien trata de quitarle la cámara. Luego ocho policías lo sujetaron del cuello y brazos, lo hacen caer al suelo, forcejean para quitarle la máscara antigás y el casco y le arrebatan todo y le golpean con patadas y puño, cuando Orellana se identificaba que era trabajador de la prensa. Su compañero, el periodista Miguel Ángel Rivero, al ver el abuso sale en su defensa para evitar el castigo, pero también recibe golpes y es tendido al suelo y ultrajado. Además, a los dos obreros de la prensa le arrebatan sus teléfonos celulares. Los policías los trasladan al comando, pero en el trayecto se encuentran con un coronel que los conocía, ordena que los dejen libres y los llevan en una ambulancia a un centro médico”, señala la parte central de la imputación.