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Jean Marcos Motty, quien firmó una declaración como testigo de cargo contra Federico Morón, en un proceso que le abrió el Ejecutivo de la Alcaldía de Santa Cruz, por supuesta corrupción, se retractó y aseguró que le pagaron 1.000 bolivianos para firmar un documento del que desconocía su contenido. “La valentía” de sus revelaciones ahora implican al fiscal a cargo de ese caso, al investigador policial y a dos ediles, por presuntamente coordinar el montaje del proceso contra el concejal de Comunidad Autonómica (C – A).
En una sorpresiva segunda declaración “oficial” ante la Fiscalía, el testigo se retractó de las acusaciones que hizo al inicio y señaló a los miembros de la barra brava del club Oriente Petrolero, Osvaldo Aponte y Gustavo Gutiérrez, como los autores materiales del montaje del proceso abierto contra el concejal Morón. El primero trabaja en la Quinta Municipal y el segundo es cuidador de la “casa del bunker”, donde se reúne la barra brava de Oriente, además, es yerno del alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández.
La confesión
“Me presento, yo soy Jean Marcos Motty Vedia, quisiera pedirle disculpas por perjudicarlo a usted, a su familia y sus hijos, la verdad yo no sabía en qué problema me estaba metiendo. Me dijeron ‘hace esto’ (firmar una declaración) y lo hice, pero no sabía ni quién era usted (…) Me dijeron, ‘te vamos a pagar el doble’, 1.000 bolivianos me dieron. Osvaldo (Aponte) me dio la plata (trabaja) con Jhonny (Fernández), con su yerno, Gustavo (Gutiérrez)”, es parte de la confesión que Motty hizo ante el propio concejal Morón.
El testigo se presentó en la casa del concejal voluntariamente y detalló cómo Aponte y Gutiérrez organizaron el acto en el que Motty firmó la declaración que, el 15 de mayo, fue utilizada para presentar la denuncia contra Morón. El concejal cumple hoy 123 días de detención domiciliaria, luego de ser imputado por, por concusión y beneficios indebidos en función de su cargo.
Motty afirma que desconocía el contenido del documento que el investigador, el teniente Álvaro Jiménez, le hizo firmar. Aseguró que el día que se presentó a la Policía, con una copia de su cédula de identidad, no estuvo más de cinco minutos en esa oficina y el uniformado, “que parecía comprado”, ya tenía un texto redactado y luego de poner su rúbrica le dijo que podía retirarse.
El testigo, ahora arrepentido de esa acción, no sabía que en el documento acusó a Fede Morón por extorsión. Supuestamente, Motty participó en la campaña electoral del concejal y una vez que este quedó electo como suplente, pagó 3.000 bolivianos para que consiga ítems para trabajar en la Alcaldía. Esta declaración y la de Jesús (Jhosep) Rodríguez, otro presunto testigo comprado, fueron empleadas para iniciar el proceso contra José Antonio Mendoza, que luego se amplió contra Morón.
Contradenuncia
Días después del escándalo de la aprehensión de Morón y su audiencia cautelar, en la que un juez dictó la detención domiciliaria, Motty se presentó en la casa del concejal para confesar todo. Una copia de la grabación de esas revelaciones fue presentada por el concejal en la “contra denuncia” que inició contra quienes urdieron el proceso en su contra, “la que causó un daño emocional y al honor mi familia”, dijo el concejal en contacto con este medio.
En la denuncia, presentada el 7 de septiembre ante la Fiscalía, Morón, con base en la confesión de Motty, señala a Aponte y Gutiérrez, como principales implicados, pero, además, solicita que se emita un informe a la Fiscalía General, para que el fiscal que estuvo a cargo del caso montado, Alexander Mendoza, sea procesado en la vía disciplinaria. Pero también pide que se tome la declaración y emitan un informe sobre la actuación del teniente Jiménez, quien presuntamente redactó la falsa declaración de Motty.
Asimismo, señala la complicidad de otros dos funcionarios policiales y ofrece nuevamente el testimonio de Motty. “Primero, pido la protección del testigo ofrecido, por la valentía que tuvo en decir la verdad, pero de la revisión del CD que adjunto, que pido se realice debida pericia ante el Iitcup, se podrá evidenciar que el testigo hace conocer que él recibió un pago de los denunciados, para firmar un formulario de la Policía. Que él no sabía de qué se trataba y menos que eso que firmó era para dañar a alguien, menos al concejal Federico Morón, al que nunca conoció”, señala una parte del documento al que este medio tuvo acceso.
Morón afirma que los denunciados, “hicieron insertar a través de funcionarios policiales, declaraciones falsas, en un instrumento público (declaración de testigo), sobre supuestos hechos que ese documento debía probar”, menciona otro punto.
Respuesta de la Alcaldía
Ante la revelación de Motty, el vocero de Asuntos Jurídicos de la Alcaldía de Santa Cruz, Bernardo Montenegro, minimizó la versión del montaje del caso contra Morón. Sugirió que se trata de una “maniobra” del concejal suplente y que la retractación del testigo no afecta el caso que el Ejecutivo sigue contra él, ya que, aseguró, existen “pruebas sólidas” que respaldan la acusación.
“Yo creo que el nerviosismo de la gente de Comunidad Autonómica (C-A) es insoportable porque hay muchísimas pruebas y es lamentable o llama mucho la atención que el señor Morón esté libre y tenga acceso a presionar a los testigos. Hemos documentado transferencias bancarias, registros de cobros, códigos QR, y denuncias realizadas por sus propios funcionarios, quienes eran afines a él políticamente. Estos elementos son más que suficientes para respaldar el proceso”, señaló Montenegro.
Testigo en la Felcc
Pese al clima adverso y que fue echado de la barra brava de Oriente Petrolero y de la casa que ocupaba junto a su familia en el “bunker” de ese club, la pasada semana Motty se presentó a declarar ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). La declaración fue tomada por el fiscal Mendoza, denunciado por Morón.
“Osvaldo Aponte me contactó cuando yo vivía en la casa del bunker. Después de lo que pasó (cuando confesó), a los cinco minutos me botaron del bunker de la barra de Oriente (…) Ahí (Aponte) me ofreció pagarme el doble de dinero que me habían pagado la primera vez. Le dije que yo no quería seguir el caso, que diría la verdad. Hace tres semanas atrás Osvaldo Aponte y Carlos Choque Leite y otros desconocidos, que no pude reconocerlos, llegaron a mi calle donde yo vivo y me quisieron agarrar y golpear; sin embargo, yo corrí y me resguardé en la casa de un vecino. Ellos querían entrar y me decían que me iban a encontrar y me iban a matar, amenazaban contra mi familia y mis hijas”, relató Motty en su declaración.