- Redacción VISOR21
Una investigación realizada por la Fundación Milenio, con base en datos estatales, identificó irregularidades en el manejo de la importación de hidrocarburos que coincide con periodos electorales significativos en el país.
El documento ¿Cuál es la verdad sobre la importación de carburantes?, elaborado por los investigadores Jorge Gumucio y Jaime Dunn, analiza la comercialización de diésel y gasolina de parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y detecta compras mayores a la demanda desde 2008, que suman un total de 1,4 mil millones de dólares de diferencia en los informes oficiales.
Dunn lanzó una hipótesis sobre el destino de esos montos, al identificar que estas diferencias se dan sobre todo en los periodos de 2008, cuando se fue a referendo para la aprobación de la nueva Constitución; 2016, cuando se efectuó el referendo constitucional del 21 de febrero y en 2019, cuando se desarrollaron los comicios generales que luego quedaron anuladas por fraude electoral. En los tres casos, el protagonista político fue el Movimiento Al Socialismo (MAS).
«Hemos podido ver que las inconsistencias coinciden con periodos políticos muy sensibles y esto sugiere, y quiero tener mucho cuidado con las palabras, sugiere el uso del negocio de importación de combustibles como una potencial fuente paralela de financiamiento con fines políticos», dijo Dunn en entrevista con la periodista Maggy Talavera.
Gumucio manifestó que el oscurismo de YPFB es muy perjudicial para conocer dónde se está yendo este dinero de la importación de combustibles y a quiénes beneficia.
«No sabemos en realidad dónde se ha pagado, cuánto se ha pagado a las cisternas, cuánto ha ido a almacenaje; lo único que vemos nosotros es que el volumen que se ha traído y comercializado no cuadra, entonces cuando no cuadra quiere decir que se ha vendido fuera de la formalidad un gran volumen y ese gran volumen que hemos cuantificado, a los precios del año, lo que sobraba de la de la importación, ha desaparecido y más o menos son 1.4 billones de dólares (mil millones) desde los periodos que hemos comenzado a investigar», explicó el economista.
¿DÓNDE SE FUE LA GASOLINA?
En datos, Gumucio, puso como ejemplo tres años abordados: 2008, cuando entre importaciones y producción nacional se llegó a 1,4 millones de litros de gasolina, pero se vendieron solo 1,2 millones de litros, según reportes aduaneros que emitió el INE. En 2015, entre importaciones y producción se llegó a 2,1 millones de litros, pero se vendió solo 1,79 millones de litros; en 2021, la importación y producción alcanzó 2,3 millones de litros y se vendió solamente 2,07 millones de litros de gasolina.
En 2021, 2022 y 2023 si bien YPFB reportó una sobreventa, que indicaría un beneficio para el Estado, esto puede deberse a que se añadió etanol para “estirar la gasolina”, aclaró Gumucio.
Las explicaciones sobre estas irregularidades, contestadas para el informe tanto de YPFB como el Instituto Nacional de Estadística (INE) o Aduana Nacional, se centran en decir que hubo errores o se dieron informes preliminares en cada gestión. También explicaron que se sobredeclaró volúmenes para agilizar cupos internos.
Dunn explicó que otra irregularidad es que el INE calcula coeficientes para la gasolina en 0,8 kg por litro y el Balance Energético Nacional, dependiente de YPFB usa 0,75 kg por litro, diferencias aparentemente mínimas, pero que sumadas cada año significan millones de dólares.
Para el analista financiero, el manejo en la comercialización de gasolina y diésel parece apuntar a un gran negociado que incluso afecta a la propia subvención de hidrocarburos, que es uno de los factores de la actual crisis económica y energética.
Al final del documento, los investigadores plantean 20 preguntas a YPFB y el INE para que pueda esclarecer estas diferencias de cifras, en factores de conversión, en volúmenes, precios y otras irregularidades que se detectaron en el informe.
BOTRADING
Para concluir, Dunn anunció una segunda parte de la investigación en la que se abordará el rol de los intermediarios en la cadena comercial de los hidrocarburos. El nombre de Botrading, empresa subsidiaria de YPFB de directivos nacionales y extranjeros, se fue mencionando tanto en la entrevista como en el informe de Fundación Milenio.
Ante los recientes cuestionamientos sobre Botrading, el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, defendió la creación y contratación de esa empresa e incluso señaló que esa empresa permitió un ahorro de más de 20 millones de dólares al país.
«Con la participación de Botrading, otros traders internacionales también han tenido que reducir sus precios, lo que ha beneficiado enormemente a Bolivia», declaró el funcionario.
La empresa con sede en Paraguay señala en parte de sus servicios: “Nos destacamos por nuestras actividades de importación, exportación, almacenamiento, transporte, distribución y comercialización de productos terminados, industrializados o derivados, petróleo crudo, materias primas, insumos y aditivos, siendo nuestra especialización las áreas de la refinación y petroquímica”.
El documento de Fundación Milenio puede ser descargado en el portal web de la institución o a través del siguiente enlace: