Explotación minera amenaza con hacer desaparecer a Tipuani en tres años

“Entenderán que si seguimos al mismo ritmo de trabajo (de explotación minera), en tres años ya no va a haber Tipuani. Por más que hagamos un puente o que llevemos el pueblo arriba (del cerro) igual vamos a desaparecer”, concluyó el alcalde de ese municipio, Fernando Vera.

Las declaraciones surgieron durante el informe que el burgomaestre y su equipo técnico brindaron ante delegados de la Defensoría del Pueblo, vecinos de Tipuani y otras cinco comunidades afectadas, los representantes técnicos de los ministerios de Minería, Medio Ambiente y Agua (MMAyA), la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y la Gobernación de La Paz.

El río sobre el pueblo

De acuerdo con los reportes de Vera y su equipo técnico y legal, refrendados por los delegados de las instituciones encargadas de la fiscalización minera, y a su vez admitidos por los cooperativistas mineros, el desborde del río Tipuani, que podría causar la desaparición de los tres municipios, se debe a los desmontes, la destrucción de montañas, para extraer oro de sus restos.

Las mineras explotan el mineral cavando pozas de dos tipos. Una de donde se extrae la tierra y otra donde la someten a procesos de separación del oro usando mercurio. Esta operación genera inmensos pasivos ambientales, tierra fina o sedimento, que desde hace 25 años son arrojados al río, pero cuyos volúmenes se incrementaron de forma exponencial en los últimos cinco años, por la irrupción de maquinaria pesada.

“Y esto va a ocurrir (también en) Guanay y Teoponte. Y luego Guanay nos va a iniciar un proceso, a todo el pueblo. Y nos van a bloquear”, Fernando Vera, Alcalde de Tipuani.

Dichos sedimentos van al fondo del río y, según el alcalde Vera, desde 2021 el nivel del agua se incrementó a un promedio de dos metros de altura por año, puesto que se arrojan a la vertiente un estimado de 35.000 metros cúbicos de tierra en cada gestión.

“El pueblo estaba construido sobre el río, pero ahora el río está sobre el pueblo. Sigue la inundación y en este momento se están levantando infecciones por las aguas servidas estancadas (…) Esto se repite cada año”, lamentó el presidente de la junta de vecinos de Tipuani, Rufino Chambi, en contacto con Visión 360.

Explicó que la tierra y el desborde del río provocaron el colapso del alcantarillado del pueblo y son cinco barrios los que se encuentran bajo el agua, por la inundación que comenzó el 9 de diciembre de 2024.

La referencia puntual sobre el inicio de las inundaciones, que hasta la fecha no pueden ser remediadas, está registrada en el portal Somos Tipuaneños, de Facebook, único medio de comunicación de esa región, que funciona por la vocación del periodista, vecino y también víctima del desastre, Mauro Villca, quien el 2024 debió dejar su vivienda por similar desastre. Este año, su casa y los arreglos que le hizo volvieron a perderse.

Sin recibir retribución alguna, Villca suple con creces el trabajo de información que deberían cumplir la Alcaldía y el Concejo Municipal, en cuyas redes sociales las publicaciones más recientes son sobre los festejos por Navidad, en las que las autoridades aparecen sonrientes entregando algunos presentes.

Somos Tipuaneños tiene el registro cronológico de la inundación y los daños que ha causado hasta el momento en los diferentes poblados. Publicó el doloroso testimonio de las víctimas e incluso la versión de autoridades y dirigentes que son cuestionados, pero que recurren a él de todas formas, por lo que a veces el periodista debe velar por su seguridad.

Campo Santo

La vecina Maribel Ávalos, de la comunidad Chima, recordó que la actividad minera ya provocó el deslizamiento del cerro Puca Loma, en 2003, que hizo desaparecer la avenida Sorata y todas las viviendas construidas allí.

“Murieron centenares de personas, no se logró recuperar todos los cuerpos y el lugar tenía que ser declarado campo santo. Se firmaron acuerdos interinstitucionales para indemnizar a las mujeres y niños que sobrevivieron, y tenían que darles viviendas, pero la Cooperativa Chima se cree dueña del suelo y el subsuelo. Siempre los amenazaron a los vecinos y ahora mismo lo siguen haciendo, siendo ellos quienes provocaron esa tragedia”, relató Ávalos a Visión 360.

De acuerdo con el detalle que brindó el 27 de enero, en la reunión realizada en la Defensoría del Pueblo, la funcionaria de la Dirección Departamental de Madre Tierra y Medio Ambiente de la Gobernación, Rocío Patzi, entre febrero y septiembre de 2024 se realizaron diferentes reuniones con los mismos actores, pero solo la mitad de ellos asistió a las inspecciones realizadas en las zonas donde operan nueve cooperativas mineras.

Se debe mencionar que Vera afirmó que había más de 13 cooperativas operando en el municipio, pero las nueve inspeccionadas son las que oficialmente tenían licencia ambiental vigente, hasta septiembre de 2024.

35.000 metros cúbicos de tierra son echados al lecho del río Tipuani. Los restos de montañas de donde se extrae el oro elevaron la altura del cauce y desde 2021 generan inundaciones entre enero y marzo.

De acuerdo con el detalle de Patzi, a pesar de contar con dicha licencia, todas operaron de forma ilegal, pues incumplieron en mayor o menor medida la normativa medioambiental, incursionando fuera del área designada o porque no realizaron labores de mitigación en los desmontes, con la explotación de oro a cielo abierto, lo que, a la larga, provocó el desborde del río Tipuani.

En la reunión de enero, también estuvieron presentes los representantes de lo que el municipio llama “actor productivo minero”, liderados por los abogados y dirigentes de la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco), señalados como los principales responsables del desastre.

“Y esto (la desaparición del pueblo) va a ocurrir (también con los municipios de) Guanay y Teoponte. Guanay después nos va a iniciar un proceso, y nos van a trancar, con los famosos bloqueos”, volvió a vaticinar el alcalde Vera, en dicha reunión.

Asimismo, el viceministro de Medio Ambiente, Franz Quispe, informó que se dieron de baja las licencias ambientales a cuatro empresas mineras: La Asunta, Chima, Molleterio y Cotoca, por incumplimiento de la presentación del manifiesto ambiental. No obstante, se explicó que estas empresas podrían volver a operar cuando se adecúen a las observaciones.

Varias veces convocaron a los delegados por los mismos motivos: las inundaciones en Tipuani. Aunque esta vez, las víctimas, que a la fecha llevaban 68 días con sus casas inundadas por aguas negras estancadas, debido a que el desborde del río saturó el sistema de alcantarillado, reclamaron las razones por las cuales no fueron convocados.

La senadora Cecilia Requena, quien estuvo presente en la reunión, denunció que las víctimas debieron viajar desde Tipuani con sus propios recursos, dejando a sus familias y sus pertenencias en las calles, para irrumpir en la reunión en la que se debatía el futuro de la población, sin tomar en cuenta su voz.

Similar denuncia realizaron los miembros del Concejo Municipal, que revelaron que Vera no les informó de dicha reunión. El delegado defensorial de La Paz, Francisco Rodríguez, y su equipo fueron cuestionados por este motivo, además que las víctimas reclamaron no solo por la falta de presencia del delegado nacional de la Defensoría del Pueblo, Pedro Callisaya, y la de los ministros de Minería, MMAyA y las máximas autoridades de la Gobernación de La Paz y la AJAM.

Los vecinos reclamaron porque la reunión se dilató en la lectura de varios informes y los discursos de los delegados de instituciones sobre cuáles son sus competencias, cada uno deslindando responsabilidad por el desastre de la inundación. Reclamaron porque nadie les devolvería el tiempo perdido, pues ante la falta de soluciones concretas, junto con sus familias tendrían que comer y vivir en las calles soportando los olores de las aguas servidas estancadas y viendo cómo se remojaban los cimientos de sus casas.

“No necesitamos hablar con la secretaria, con la pierna o el brazo derecho de una autoridad. Necesitamos hablar con las cabezas y que nos den soluciones (…) no necesitamos que nos reciten los artículos y versículos de las leyes, con sus competencias. Queremos soluciones”, protestó uno de los vecinos.

Otra riada

La madrugada del 9 de febrero, cuando ya varias de las víctimas creyeron que el panorama empezaba a mejorar porque el nivel del agua había descendido, una nueva riada los sorprendió en la madrugada. La concejal Angélica Alejandro informó a Visión 360 que el saldo fue mayor al desastre de enero de 2024.

De forma preliminar se contabilizaron 250 casas afectadas y decenas de vehículos cubiertos por el nivel del agua, que subió hasta 10 metros, además de la total destrucción de puente Tipuani, un puente colgante inaugurado en enero pasado y tres unidades educativas inundadas.

También se calculó que 600 familias estaban damnificadas, dispersas en la población capital de Tipuani y en las comunidades de Chima, La Rinconada, Grito, Loma y Cangalli, hasta donde no ha llegado ayuda del Gobierno ni de la Gobernación o Defensa Civil. En el lugar fallecieron tres personas y una parte de la maquinaria de las empresas mineras que operaban para atender la inundación resulto dañada, y la que resta opera parcialmente debido a la escasez de combustible.

En ese contexto, el vaticinio del alcalde Vera podría cumplirse incluso antes y la histórica población aurífera podría desaparecer, víctima de la ambición por sus recursos.

  • ///FUENTE: VISIÓN 360///