Expertos en seguridad ven más narcotráfico y menos control sobre todo en el Trópico

El aumento de cultivos de coca en el trópico de Cochabamba y los recientes reportes sobre megafábricas, ejecuciones y encubrimiento al narcotráfico por policías y población de algunas localidades, alertan sobre el insuficiente control estatal y las precarias condiciones en que se encuentran las unidades antinarcóticos para combatir este ilícito.
El exsubcomandante de la Unidad Móvil Policial para Áreas Rurales (Umopar) Chapare, coronel René Calla, refirió que existe “una gran escalada” del narcotráfico en el país que hasta la fecha “no se la puede controlar”.
Explicó que cuando operaba en los años 90 con sus efectivos, tenía que caminar muchísimo para encontrar droga, pero ahora los decomisos se han multiplicado por cinco.
“Antes nosotros teníamos que caminar y hacer mucha inteligencia para conseguir 10 a 20 kilogramos de droga, en cambio ahora encuentras arriba de 100 kilogramos”, dijo el oficial a ANF.
En el mismo sentido indicó que por ese tiempo en un año lograban destruir hasta casi 1.000 fábricas en el trópico de Cochabamba, ahora debería haber más, pero los datos muestran lo contrario.
Calla cuestionó que los controles en esta región del país, así como las compañías de efectivos, hayan disminuido en lugar de aumentar. “Umopar Bulo Bulo ya no existe, lo quemaron en los conflictos de 2019 y en esas instalaciones están secando coca”, dijo. En el trayecto de Santa Cruz hasta el Chapare el único control está en Locotal, apuntó.
“El Chapare antes tenía tres compañías, ahora apenas solo una compañía, ha bajado y no hay el apoyo necesario pese a que nuestro gobierno haya dicho que estamos nacionalizando la lucha contra el narcotráfico”, indicó.
El Informe de Monitoreo de Coca 2020 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) reveló que las hectáreas de cultivo de la hoja verde en el país ascendieron a 29.400, lo que deja un margen de 7.400 hectáreas de coca ilegal. Calla cuestionó la erradicación concertada de la hoja de coca y dijo que en lugar de reducirse los cultivos ilegales, van en aumento.
Antes “teníamos que cumplir con erradicar 5.000 hectáreas en tres meses, y erradicamos esa cantidad con todos los problemas habidos como enfrentamientos, bloqueos, fue una época muy dura, y ahora que la erradicación de coca es concertada no puede ser que se haya incrementado”, cuestionó.
El politólogo Wim Kamerbeek explicó que según la Ley 1008 los cultivos de hoja de coca permitidos eran solo de 12.000 hectáreas y había una importante cantidad de coca excedentaria, y pese a que en 2017 los cultivos permitidos subieron a 22.000 hectáreas, las superficies cultivadas siguen siendo superiores.
“Hasta el año 2009 las hectáreas cultivadas superan las 30.000 y a partir de ahí va bajando hasta 2015 al llegar a un poco más de 20.000, pero después ha ido aumentando hasta llegar más o menos a 30.000 en  2020 y el último informe de la ONU en el Reporte Mundial de Drogas habla de más de 30.000 hectáreas de cultivo ilegal de hoja de coca”, apuntó.
Para el politólogo, el incremento de los cultivos ilegales de hoja de coca demuestra que la nacionalización de la lucha contra el narcotráfico, con erradicación concertada, ha fracasado.
“Tanto la lucha contra las drogas de parte de la DEA de Estados Unidos como la lucha o la nacionalización de la lucha contra las drogas del Gobierno boliviano no han probado ser eficientes para que Bolivia deje de ser un país exportador de cocaína”, apuntó.
Policía permeada por los narcos
Para el coronel Calla hablar de narcotráfico y corrupción en las filas de las fuerzas policiales es una versión incompleta de lo que realmente ocurre en la lucha contra este flagelo debido a que la Policía actúa mediante órdenes y las órdenes superiores siempre vienen del sector político.
“Hay quienes hablan de corrupción dentro de la policía, pero la corrupción es de los políticos”, indicó Calla y agregó que en el caso de los “narcoaudios” donde se escucha presuntamente a un jefe policial dar una contraorden para no intervenir un laboratorio de droga, las instrucciones vienen desde más arriba.
“Ese director general de la Felcn que ha instruido que no entren los policías o salgan de ese lugar, a él quién le ha instruido, ¿él solito?, pero en este momento los policías son los que están siendo procesados, mientras los políticos ¡bien, gracias!”, refirió.
Kamerbeek indicó que los últimos casos, como el de Pedro Montenegro, han demostrado que la policía está permeada por el narcotráfico, y además están de respaldo los casos de los cinco jefes antinarcóticos desde 2009, iniciando con el general René Sanabria.
Dijo que todos los países que han fracasado en la lucha contra el narcotráfico tienen siempre los mismos rasgos y uno de ellos es la violación al Estado de derecho, donde “hay una justicia que es nada independiente y un gobierno muy frágil a la hora de imponer decisiones”.
Agregó que respecto a otros países, si bien el de Bolivia no es un caso tan grave, “si es muy vulnerable porque hay una estructura policial sumamente corrupta y eso puede agravar en cosas mucho peores”.
//FUENTE: ANF//