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Gabriela Mendoza, la exministra que impulsaba la realización del Censo el 16 de noviembre de este 2022, reivindicó su proyecto y aseguró que no fue un error, sin embargo, señaló que la fecha fue postergada por decisión del Consejo Nacional de Autonomías tomando en cuenta las posturas de las regiones.
Mendoza fue Ministra de Planeamiento y estuvo cargo del proceso censal hasta junio de 2021, cuando renunció al cargo. Posteriormente, en julio del año pasado, el Consejo Nacional de Autonomías, con el apoyo de ocho gobernadores, decidió postergar el Censo hasta 2024.
Durante su gestión como Ministra, Mendoza reafirmaba que era posible realizar el Censo en noviembre de este año. Ahora, más de un año después de su salida, considera que no se equivocó en la planificación que había realizado.
“No es un error en absoluto, un Censo es un trabajo que hay que llevar adelante”, dijo Mendoza en el programa La Mañana en Directo de ERBOL, tras ser consultada sobre si considera un error haber fijado el 16 de noviembre como fecha del Censo y decirle a la población que era posible.
Agregó que el Censo era posible en este 2022, pero “sin haber considerado a ninguna de las posturas departamentales”.
Recordó que en el Consejo Nacional de Autonomías se presentaron argumentos de departamentos como Beni y Pando, los cuales alertaban que hacer el estudio en noviembre podría crear distorsiones en los datos por el desplazamiento de pobladores a razón de la zafra.
Enfatizó que realizar el Censo es una tarea compleja y mencionó, como ejemplo, el tema de la cartografía. Indicó que el Censo de 2012 se realizó sin una actualización cartográfica estadística rigurosa y eso derivó en reclamos de parte de entidades regionales.
Otro tema que afecta la planeación del Censo es el limítrofe, que se arrastra desde anteriores estudios, señaló Mendoza.
La exautoridad recalcó que la decisión de postergar el Censo se realizó en el Consejo Nacional de Autonomías, cuando ella ya no era Ministra, sin embargo, recordó que durante su ejercicio en el cargo ya había pedidos de postergación principalmente de la oposición.
A tiempo de reivindicar su gestión, recordó que cuando asumió en el Ministerio no existía un proyecto para realizar el Censo ni se había conseguido la cooperación internacional.
Resaltó que, en su periodo, se tuvo que trabajar para “recuperar el año perdido” de 2020, con acciones como la aprobación de siete normas que enmarcan la realización del estudio nacional y las gestiones ante organismos internacionales que apoyan el Censo.
Mendoza señaló que, incluso en su última reunión que tuvo como Ministra con el INE se presentó la boleta censal después de una revisión técnica, con resultados favorables, aunque aún faltaban pruebas técnicas, cognitivas, funcionales.
“Es un trabajo que estaba completamente encaminado, considero que aún está ese trabajo encaminado mientras exista un marco normativo que respalde su ejecución”, afirmó.
Para solucionar el conflicto actual, la exministra recomendó dejar de lado cualquier interés político o económico. Planteó consensuar la fecha respecto a la distribución de recursos, que emane del Censo, y empujar a los técnicos a encontrar una solución en ese marco.
Una “mano negra” para su renuncia
Mendoza reveló que para su renuncia al cargo hubo una “mano negra”. No dio mayores detalle al respecto, pero aclaró que esto no tiene relación con la postergación del Censo.
“Considero que habido una muy mala intencionalidad y una mano negra, por no decir otra cosa, que al interior por seguramente de algún interés personal lo único que ha hecho es causar un daño al país, a volver el foco de atención sobre un tema que en ese momento estaba totalmente encaminado”, dijo Mendoza.
También recordó las acciones de Humberto Arandia, quien el año pasado también renunció como director del INE, aunque después no quedó clara esta situación.
Lamentó que con esa actitud se volcó el foco de atención al Censo, como si existiera algún problema para su realización.
//FUENTE: ERBOL//