El Banco Mundial, a través de un informe, prevé que la deuda consolidada del país representará este año cerca del 80% del Producto Interno Bruto (PIB), un valor que sube la presión sobre las Reservas Internacionales Netas (RIN).
Según publicó El Deber, el informe Consolidando la recuperación proyecta que la deuda pública total del país, que incluye la del gobierno central, gobiernos subnacionales, empresas públicas, acreedores externos y privados nacionales, y sector público financiero, incluido el Banco Central de Bolivia (BCB), tendrá un “valor cercano al 80%”.
El porcentaje está por encima del promedio regional que alcanza el 69,8%, pero no es el más alto en América Latina y el Caribe.
Según el estudio, el mayor endeudamiento que se observa en la región se debe a que en 2020 y 2021 los países realizaron un esfuerzo “sin precedentes” para mitigar los efectos de la pandemia sobre la economía.
En el caso específico de Bolivia, el crecimiento de la deuda viene acompañado de otros elementos.
“La deuda externa se ha incrementado en todos los años de la bonanza. Ha crecido con la caída de los ingresos por hidrocarburos y se dispara mucho más a partir de 2017”, afirmó René Martínez, analista de presupuestos públicos de la Fundación Jubileo.
“Ya veníamos en 2018 y 2019 con problemas en la generación de ingresos fiscales, y en 2020 -cuando se paralizó la economía del mundo- se profundizó el endeudamiento para mantener la economía y su crecimiento”, recordó Jorge Akamine, presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia (Coneb).
“La deuda se produce, en general, por el déficit fiscal (que se arrastra desde 2014), porque estamos gastando más de lo que tenemos. Es el modelo que en estos años el Gobierno ha propiciado: impulsar la demanda interna a través de más gasto, pero eso no es sostenible”, dijo Martínez.
//FUENTE: LOS TIEMPOS//